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octubre 2018
A la hora de plantear nuestro viaje a Etiopía nos planteamos la disyuntiva de si incluir todo el país o limitar nuestra ruta solo a la zona norte. Finalmente nos inclinamos por esta opción ya que todos los comentarios indicaban que las visitas a las tribus de la zona sur estaban enfocadas para el turismo y adolecían de una gran falta de autenticidad. Encontramos unos vuelos realmente baratos con Ethiopian (325 € por cabeza, que subieron a 550€, ya que decidimos incluir un salto a Zanzibar para descansar de las 2 semanas que pasaríamos recorriendo Etiopía). Eso sí, cambios de horarios y rutas nos hicieron varios desde la fecha de emisión hasta la de partida . Elaboramos la ruta y sacamos los vuelos internos (al volar con Ethiopian, salen entre un 60%-70% menos del precio habitual en su web: 4 vuelos por 160€)), el seguro y reservamos los hoteles. Decidimos no llevar mucho efectivo y nos sacamos unas tarjetas de Bnext que no cobran comisiones por sacar dinero y pagar en el extranjero. ATMs encontramos en todas los ciudades de nuestra ruta y excepto un par de problemas por falta de conexión siempre funcionaron adecuadamente. Aunque los mosquitos transmisores de la malaria no existen a una altitud superior a los 2.000 metros, y, por ello, no se encuentran en la mayor parte de los puntos de nuestra ruta, nuestra primera parada, Bahir Dar, se encuentra a 1800 metros y a orillas de un gran lago. Por ello, tras comprobar que tenemos el resto de vacunas recomendadas al día, iniciamos el tratamiento la semana antes de la partida.
Días antes de la partida Ethiopian suele ofrecer una “puja” para acceder a bussines. Como el vuelo es nocturno decidimos pujar y hacemos el upgrade por 350€. Nos trasladamos a Madrid, saliendo el vuelo en hora. Un buen rato de espera y embarcamos para un breve vuelo a Bahir Dar, la principal ciudad a orillas del lago Tana y la opción más apropiada para conocer los monasterios del lago y las cataratas del Nilo Azul . A la llegada nos espera el transporte gratuito del hotel Delano. Vemos todavía anuncios del reciente año nuevo etiope, "Enkutatash" en amárico (el 11 de septiembre). En el trayecto intentan vendernos las posibles excursiones. Conocidos los precios decidimos ver de gestionarlas por nuestra cuenta.
Habíamos quedado con el representante de "EtioTravel" para pagarle el transfer entre Aksum y Mekele y la excursión al Danakil y Erta Ale que habíamos reservado con ellos a través de su web por 560 €. Concretamos las horas y lugares de recogida, tras lo cual tomamos un tuctuc para ir a la zona de la iglesia de S. Jorge y dar un paseo por sus alrededores. A las 8 nos vamos andando hasta el muelle. Como para embarcar hay que esperar al resto del pasaje (un grupo mixto de turistas y etíopes) nos da tiempo a acercarnos a la parada de taxis de la iglesia de S Jorge, donde negociamos uno por 1700ETB para trasladarnos al día siguiente a Gondar. (en otros lugares nos pedían entre 2000 y 2200 ETB) El lago Tana es el mayor de Etiopía, con 3000km2 y una profundidad de hasta 14 metros, con el río Abbay como única salida. En sus numerosas islas se encuentran bellos monasterios. Embarcamos y hacemos una lenta travesía hasta llegar a Mehal Zege. Un breve paseo hasta arribar al monasterio de Betremaryan. Como vemos que a los etíopes les cobran 100b y a nosotros nos quieren cobrar 150, nos plantamos y ningún extranjero entra en la iglesia.
Volvemos al puerto para ir al cercano monasterio de Ura Kidanemiret, del siglo XIV, el más interesante artísticamente. El interior se encuentra completamente decorado, repleto de pinturas de escenas bíblicas. Dedicamos un buen rato a recorrerlo y disfrutarlo, aunque el museo, donde se exponen los manuscritos de la biblioteca monacal, se encuentra cerrado.
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Insistimos en ir al monasterio de kibran Gabriel, de los mas antiguos del lago, pero nos dicen que está cerrado (una trola como una catedral) y nos llevan en su lugar al de Entonis Eyesus, que no tiene el mas mínimo interés. Nosotros no entramos.Uno de los pasajeros monta una bronca tremenda por que exige la devolución de su entrada al sentirse timado.
Aunque es tarde (el barco es lentísimo) nos llevan a la salida del Abbay y pretenden vendérnosla como “las fuentes del Nilo Azul”, cuando éstas según hemos leído se encuentran al sur del lago.
Pagamos la entrada del parque nacional (50 birr). Como ya es tarde y se nos va a echar la noche encima, en vez de hacer el camino largo de una hora de duración que desciende a la garganta hasta el Puente de los Portugueses (del siglo XVII) desde donde empieza la subida hasta el puente colgante que acaba en el mirador de las cataratas, hacemos el camino corto: en sentido contrario a este camino hay un bote que atraviesa el rio cerca de la presa y que por 20 ETB por trayecto, en un par de minutos nos traslada a la otra orilla para, después de unos 10 minutos de caminata alcanzar las cataratas del Nilo Azul , las cuales alcanzan los 400 metros de anchura y los 45 metros de altura y que en esta época del año están muy caudalosas. Nos dejan en nuestro hotel. Como es tarde y tiene pinta de que va a llover hacemos la cena en el mismo hotel a base de kitfo (carne picada de vaca casi cruda aderezada con una especie de pimentón picante mezclado con otros condimentos).
Desayunamos y cuando llega nuestro taxi iniciamos el camino para hacer los 175 kms que nos separan de Gondar. A la llegada vemos los preparativos para el Meskel, fiesta nacional que conmemora el descubrimiento de la verdadera cruz, que tiene lugar al día siguiente y la cual culmina prendiendo fuego a las cruces que se realizan en las calles y plazas con cañas y flores. Gondar fue capital imperial, entre los siglos XVII y XVIII y es conocida como la ciudad de las 44 iglesias, aunque su principal atracción es el recinto palaciego del Fasil Ghebbi. Fue declarada en 1979 Patrimonio de la Humanidad. Dejamos las cosas en el hotel que hemos escogido por su ubicación, al lado de los castillos, aunque es muy básico (Con las celebraciones nocturnas del Meskel casi no podremos dormir) y salimos a dar un paseo por la zona de Piassa. Para el almuerzo marchamos a The Four Sisters, que es probablemente el mejor de Gondar con buena comida, lavado de manos con agua caliente, tostado de café….Tienen tanto carta como buffet de comida tradicional.
Repuestas las fuerzas vamos hacia el Recinto Real (200 birr,incluye entrada a los Baños de Fasilides) que como los otros recintos cierra al mediodia.
Tras el paseo marchamos a recorrer las calles cercanas donde diversos grupos de niños y jóvenes marchan lanzando gritos y proclamas religiosas en torno a las múltiples cruces . Desde Gondar , aunque nosotros hemos preferido no hacerlo, se puede acceder en hora y media a la zona del Parque Nacional de las montañas Simien para realizar diversas caminatas y observar babuinos gelada, una especie que sólo vive en las Simien, y con suerte lobos etíopes o cabras walia. Desayunamos en la terraza con vistas del lodge du chateau, dejamos pagada la habitación y concretamos el traslado al aeropuerto para el día siguiente (200ETB) antes de marchar andando (el tráfico esta cortado en los aledaños de la plaza del castillo, ya que en ella tienen lugar las celebraciones centrales del Meskel y se encuentra abarrotada de celebrantes y soldados) hacia la Piscina de Fasilides, una gran piscina rectangular con un pequeño edificio anexo de dos pisos, rodeados por un muro sobre el que han arraigado algunos árboles y que hoy día se utiliza casi exclusivamente para las ceremonias religiosas del Timkat (19 enero). En el camino hemos encontrado grupos de sacerdotes y feligreses vestidos de gala camino a la gran plaza para las celebraciones. Es un lugar tranquilo en el que estamos solos y donde pasamos un buen rato antes de tomar un tuctuc (20b) hasta Kuskuam, otro recinto real, lugar de retiro de la emperatriz Mentewab, en lo alto de un pequeño cerro que está casi en ruinas y muy descuidado (prescindible). Marchamos andando cuesta abajo hasta que encontramos un tuctuc que nos lleva hasta donde los cortes de trafico le permiten en los aledaños del hotel.
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En el primer intento de visita a Debre Birhan Selassie la encontramos cerrada ya que todos los recintos cierran a mediodia (hasta las 19,30 hora etíope), así que nos vamos a almorzar a las cuatro hermanas para realizar la visita después de la comida. La iglesia Debre Birhan Selassie es la única construida durante el imperio gondarino,(s. XVII), que sobrevivió entera a la destrucción de los derviches sudaneses. Su interés radica en las magníficas pinturas que hay en su interior, tanto en las paredes como especialmente en el techo, decorado con pinturas de caras de querubines, una de las estampas más reproducidas en postales y recuerdos. El recinto está rodeado por una muralla de piedra con doce torres redondas que representan a los doce apóstoles. La 13ª , la entrada principal, simboliza a Cristo. A la entrada a la iglesia coincidimos con el regreso de los celebrantes del Meskel que se reúnen en la explanada de la iglesia a bailar y cantar antes de despedirse. Regresamos al hotel para pasar la tarde y salir a repetir la cena en las cuatro hermanas.
Desayunamos y nos trasladan al aeropuerto para un brevisimo vuelo a Lalibela en la región de Amhara.
Hace más de 700 años, cuando Jerusalén fue tomada por los musulmanes, el rey de Etiopía Gebre Mesqel Lalibela, ordenó crear una nueva Jerusalén. El resultado fueron once iglesias de piedra excavadas directamente en la roca,convirtiéndose en el punto de peregrinación más importante de Etiopía para los cristianos ortodoxos. Inicialmente el conjunto nos desilusiona: estructuras metálicas que cubren las construcciones afeándolas, indicaciones inexistentes, espacios cerrados …. Hacemos un primer recorrido por los complejos norte y sureste, dejando la iglesia mas conocida, Bete Giyorgis, para el dia siguiente.
Las once iglesias están repartidas en dos grupos, divididos por el río Yordanos. La mayor parte de las iglesias están unidas entre sí por medio de pasillos y pasadizos. Las once iglesias son diferentes unas de otras, estando cuatro de ellas totalmente separadas de la roca mientras el resto posee alguna unión a la roca de la que surgieron.
Andamos un poco hasta subir al complejo Sureste:
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Salimos del recinto por donde podemos ya que no hay indicaciones, tomamos un tuctuc por 20ETB que nos devuelve al hotel, donde haremos una cena bastante sabrosa. Desayunados, comenzamos la caminata hasta entrar en el recinto monumental y pasear de nuevo por el complejo norte antes de ir a Bet Giyorgis (Iglesia de SanJorge), la más importante arquitectónicamente hablando que se encuentra apartada de los otros dos grupos monumentales. Es la iglesia mejor conservada de todo el complejo y la construcción más famosa de todas. Dedicada al patrón de Etiopía, se trata de una iglesia de 15 metros de alto y 12 metros de lado, esculpida en la roca con forma de cruz, a la que se accede a través de un pasillo descendente.
Tras esta visita nos acercamos al mercado que se celebra los sábados, el cual se encuentra abarrotado. Un rato recorriéndolo antes de marchar al complejo sureste para una última visita.
Esta vez salimos por el sitio adecuado y tras varios intentos tomamos un tuctuc que nos lleva al restaurante Ben Abeba, una curiosa construcción con terrazas suspendidas desde donde hay unas magnificas vistas de los valles de Werwer desde donde se pueden observar las circunvalaciones de los quebrantahuesos. Nuestra siguiente parada sera Aksum, al que nos trasladamos en otro vuelo de unos 40 minutos de duración. El hotel que hemos reservado tiene transporte gratuito desde el aeropuerto. Es el mas cutre del recorrido, con montones de mosquitos en la habitación y una cama durísima. Vamos a comer a Antica Special cultural (donde repetiremos para cenar)un plato de cordero y tibs (tiras de carne que se presentan en una especie de copa ancha con carbón encendido en su base). Buscamos un cajero y al tercer intento conseguimos extraer dinero. En el parque Ezama tomamos un tuctuc hasta el parque de las estelas. El conductor nos dice algo de taquillas pero no lo entendemos y nos deja en la misma puerta de acceso al recinto de las estelas. Las entradas las venden en una oficina turística que hay en la avenida de acceso. Como las estelas se observan perfectamente desde el exterior, pasamos de ir a por ellas. Hay varias decenas de estelas talladas en granito, destacando 3 de ellas: La 1ª que yace rota en el suelo, la 2º que fue devuelta por Italia en 2008, tras estar en Roma desde 1937 y la 3ª, que tiene 21 metros de altura y es probablemente la mas antigua. Damos un paseo por los alrededores pasando por otro campo de estelas, hasta llegar al Mai Shum, los baños de la Reina de Saba, donde decenas de etíopes se bañan desnudos. Regresamos hasta la Iglesia de Sta Maria de Sion, la mayor iglesia de Etiopía. Detrás de la iglesia antigua hay dos capillas, en una de ellas la leyenda dice que se guarda el Arca de la Alianza. Desistimos de ir a los restos del Palacio de la Reina de Saba y al otro campo de estelas (de Gudit) Volvemos hacia el hotel pasando por un descampado donde se encuentran varios tronos ceremoniales. En nuestra opinión, a no ser que vayas a realizar la ruta de las iglesias del Tigray, de esta parada se puede prescindir. Por la mañana el transfer no aparece a la hora prevista. El chico del hotel, amabilisimo, realiza varias llamadas hasta que finalmente llega el transporte. Iniciamos ruta y comentamos que tenemos concretado parar en un par de iglesias del camino. Tras varias conversaciones telefónicas y como, por lo visto, la agencia no le paga lo suficiente el chofer se da la vuelta y nos lleva a otro hotel para que nos cambien a otro vehículo.Este sí está dispuesto a hacer la ruta aunque también se pasaría medio viaje hablando por teléfono negociando el pago. Muy mal la gestión de ETT, aunque mucho peor seria la que realizarian en el Erta Ale. Es un viaje por unos bonitos paisajes montañosos de unas 4 horas de duración. Hacemos una parada en el pueblo de Megab para que el conductor coma. Nosotros llevamos frutas y galletas así que nos dedicamos a pasear rodeados de montones de niños.
Seguimos por una carretera en obras hasta llegar a la única iglesia que finalmente vamos a visitar, la que creemos mas interesante y que no requiere el esfuerzo de las otras que se encuentran ubicadas en sitios de muy difícil acceso. Cuando llegamos a Abraha Atsbeha, situada en una roca de color rojo con vistas al valle y su fachada pintada de blanco, una de las mejores y más grandes iglesias además de una de las más antiguas del Tigray, tenemos la suerte de que están celebrando misa. Seguimos los 15 kms que faltan a Wukro para desde allí llegar a Mekele, al hotel Atse Johanes, donde pretenden cobrarnos mas de lo recogido en la reserva con Booking, siendo necesario llamar a la gerente. Finalmente cobran lo estipulado (con tarjeta) y nos dan una amplia habitación. Salimos a dar un paseo ya de noche, pero como se va la luz en todo el pueblo, regresamos al hotel para cenar (rica sopa de cebolla) y retirarnos. |
Hacemos un pobre desayuno, dejamos las maletas en el hotel, ya que tras el tour volveremos a él, nos recogen y trasladan a las oficinas de ETT. Allí hay varios 4x4 preparados. Pedimos que nos asignen a uno donde van una pareja de españoles (Julio y Victoria) e iniciamos ruta. Entramos en tierra Afar, hacemos una parada para ver el paisaje y hacer fotos con un grupo de niños, antes de parar para el almuerzo. Empieza a hacer calor: nos dirigimos hacia una zona (la depresion del Danakil) donde se pueden alcanzar hasta los 60º. Llegamos al campamento donde vamos a pasar la noche, cerca del lago Assal (Karum), dejamos los colchones y el coche de cocina y marchamos al lago que se encuentra a 116 mts bajo el nivel del mar, para caminar por su inmensa superficie de sal, ver las caravanas de camellos y darnos un baño en una poza de aguas cristalina al lado de un cañón de sal. Tras enjuagarnos someramente con agua dulce nos trasladamos para ver la puesta de sol y sus reflejos sobre la superficie salina. Volvemos al campamento para hacer la cena a la luz de las linternas e intentar dormir algo al aire libre sobre unas estructuras de madera y cuerda con colchones sin que la temperatura baje de los 32º en toda la noche.
Al amanecer un breve desayuno antes de volver a los vehículos e ir al Dallol, unas increíbles formaciones de sulfuro, sal y azufre que brotan de las entrañas de la tierra. Los pequeños lagos de agua verde que brotan de la tierra y una sofocante temperatura hacen que este lugar sea uno de los paisajes más inhóspitos del planeta y con una de las temperaturas más altas del mundo. Acompañados por los vigilantes afares armados volvemos de la caminata sudorosos y sedientos.(a pesar de los 2 litros de agua por persona que llevábamos) sorprendidos de que no haya zonas delimitadas y que se pueda pisar por cualquier sitio con el peligro que supone y con la destrucción que se provoca en estas delicadas superficies.
Mientras algunos de la caravana regresan a Mekele y otros vehículos prosiguen con una ruta de 3 días, nosotros iniciamos camino de regreso para conectar con la carretera que nos ha de llevar al volcán Erta Ale (Montaña Humeante en lenguaje afar). Empezamos a hacer señales con las linternas y al rato aparecen un par de afares que nos llevan hasta donde está el grupo. Como mi “pájara” continúa el guía de ETT me ofrece un camello por 700ETB, los afares se niegan a alquilarlo si es solo para la subida teniendo que ser para subir y bajar por 1100ETB. Lógicamente ya que no puedo con mi cuerpo, aceptamos. Cuando llegamos a la zona del cráter, yo me quedo tumbado sobre uno de los colchones mientras el resto del grupo se va a ver el lago de lava, volviendo totalmente desilusionados ya que no se ve nada y enfadados con el guía ya que éste dejó a parte del grupo abandonado a su suerte y tuvieron que volver casi por su cuenta con el peligro que esa situación supone. En la zona destinada a dormir llegan de vez en cuando las emanaciones sulfurosas del volcan dificultando la respiracion.
Duermo profundamente, a pesar del ratón que corretea entre nosotros, hasta que a las 5 de la mañana nos despiertan para ver el amanecer en el borde del cráter. Me encuentro bastante mejor y me acerco con el grupo a NO ver nada ya que el humo lo cubre todo.
A la hora de regresar los afares dicen que no tienen camello, el guía discute con ellos, yo insisto que prefiero bajar andando y finalmente después de un rato de descenso aparecen con un camello.
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Volvemos por las coladas y las arenas (los chinos están haciendo ahora una carretera hasta el volcán) para ir hasta las fuentes termales del lago Afrera a bañarnos. Almorzamos en el pueblo vecino antes de iniciar el camino hacia Abala y Mekele. A la llegada los de ETT, imagino que como disculpa por su mal funcionamiento, nos ofrecen el transfer gratis al aeropuerto para el día siguiente. Nos despedimos de Julio y Victoria, que han sido una muy agradable compañía en esta parte del viaje. Llegamos al hotel de vuelta y nueva discusión por pretender cobrar mas de lo estipulado con llamada a la gerente para pagar lo acordado. Esta vez la habitación asignada es mucho peor. Al dia siguiente nos retrasan el vuelo una hora, llegando a Adiss Abeba, una ciudad que se estima supera los seis millones de habitantes, a mas de las 2 y media y encima el transfer del hotel Adis Abeba Regency que supuestamente nos debe recoger no aparece aunque hemos avisado del retraso. Un transfer de otro hotel se ofrece llevarnos por 500 ETB. Nos parece caro pero aceptamos. A la llegada al hotel nos quejamos por el plantón e inmediatamente nos devuelven lo pagado por el traslado. El hotel está muy bien (a 53€ noche) y, como comprobaremos en la cena, en el restaurante se come magníficamente.
Damos un paseo por los alrededores pasando por una mezquita de color azul y llegando hasta el hospital de Yekatit en la plaza de Siddist Kilo. Desde allí al día siguiente iniciaremos nuestra caminata para conocer un poco esta inmensa capital.
En lugar de marchar hacia la catedral de la Trinidad donde se encuentran las tumbas de Haile Selassie y su esposa, y al antiguo Ghebbi (Palacio Imperial) cerrado al público por ser la residencia del primer ministro, nos desviamos hacia la zona de Piassa ( donde aun permanecen diversas construcciones de comienzos del siglo XX de estilo colonial, y algunos edificios de estilo racionalista de la etapa de ocupación italiana) por las calles Adwa y Haile Selassie, la cual se encuentra repleta de joyerías. Paramos en una cafetería de diseño para refrescarnos con unos zumos y seguimos hasta que salimos a Edem Street, en las cercanías de la plaza del Emperador Menelik, y de la catedral de San Jorge. En la zona de Tewodros square, un trío de chavales se aproximan y en un momento nos rodean, con la clara intención de robarnos, incluso uno de ellos alcanza a meter la mano en uno de los bolsillos de Jorge. Unos gritos y manotazos nos libran del asalto. Vamos a la zona del estadio (aquí otro grupito se nos acerca con las mismas intenciones aunque a estos los esquivamos a tiempo) con la intención de tomar una de las 2 lineas de metro, pero aparte de tardar vienen abarrotadas. Decidimos retirarnos ya que esta ciudad con cientos de edificios a medio construir, basuras amontonadas, aceras en mal estado y tan poco monumental nos parece lo menos interesante de todo el viaje.
Volvemos a la zona del hotel en uno de los típicos taxis azules, el cual poco metros después de habernos bajado vemos en mitad de la avenida con el motor reventado.
Almorzamos y cenamos en el hotel, preparando las maletas para la próxima etapa de nuestro viaje : Zanzibar
Finalmente el viaje nos ha salido (incluyendo todo, excepto el upgrade), por 1800 € por cabeza
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