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octubre 2018
Como continuación de nuestro viaje a Etiopía, y ya que los vuelos desde Addis Abeba salían muy baratos, decidimos incrementar nuestra vacaciones en una semana para descansar en la Isla de Zanzibar. Volamos con escala en el aeropuerto de Kilimanjaro, donde se baja casi todo el pasaje y llegamos al pequeño aeropuerto de la isla de Unguja a primera hora de la tarde. Tras desembarcar se cumplimentan unos impresos que sin apenas revisión recoge el funcionario de turno, ya que lo que interesa es cobrar los 50usd/€ que ha de pagar cada turista por ingresar en el pais. (al salir son otros 30, pero suelen estar incluidos en el billete de la compañía aérea).
Cambiamos 400 € ( aproximadamente 1.000.000TZS) en una de las casas de cambio del propio aeropuerto , recogemos las maletas y salimos a buscar nuestro taxi. En un cajero a la salida del aeropuerto sacamos algunos chelines mas con el resto de dinero que nos queda en la tarjeta Bnext que tan buen uso nos ha dado en Etiopía, pero aquí no merece la pena ya que saques lo que saques cobran una comisión de casi 6 €. Contando la parte proporcional de los vuelos, el dinero cambiado, visados y hoteles la semana de estancia nos supondra un coste de 750 € por cabeza.
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En aproximadamente una hora y pasando al lado de la Reserva Jozani, donde se se puede ver el colobo rojo , un mono endémico de la isla , y por Paje llegamos a Jambiani, donde hemos reservado un apartamento (Zanzistar lodge) por 150 € para 3 noches. Es un sitio pequeño, tranquilo ,que no está en primera linea de playa, pero que tiene un bar a pocos metros y este sí en la misma orilla. En la misma orilla cuando la marea está alta , por que cuando baja en esta zona el agua se retira de 400 a 100 mts según las mareas.
Nos damos nuestro primer baño aprovechando que la marea está alta. Mientras tomamos una cerveza vemos como se anima la playa con niños jugando, hombres masais con sus llamativas ropas de colores, con el rojo como color predominante y algunos curiosos complementos como zapatillas, gafas de colores y auriculares. Se dedican a la venta de abalorios y a la vigilancia de los alojamientos turísticos.
Tras un copioso desayuno marchamos a la playa, donde la marea está baja, observando diversas estrellas de mar . Caminamos hasta el limite de la marea mientras observamos a las mujeres que se dedican al cultivo de algas .El alga de Zanzíbar, (Eucheuma Denticulatum) se usa por su alto contenido en carragenina, que se comercializa para que las industrias cosmética, alimenticia (E-407, presente en derivados lácteos, productos enlatados y postres principalmente) y farmacéutica la incorporen a sus productos finales.
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Hacemos algo de snorkel en el limite de la marea, donde vemos un inmenso lenguado. Tras un buen rato de baño regresamos a la “playa” para tomar unas cervezas hasta la hora de comer. Nos acercamos a Lustania, uno de los restaurantes mejor comentados de Jambiani, pero está cerrado, así que almorzamos en la misma playa unos platos de king fish. Una reparadora siesta, nuevo baño y unos gin tonics en el club de playa nos ocupan la tarde hasta la hora de la cena que hacemos en el vecino chez Hassan : un sabroso pescado en salsa con espinaca y queso y calamar al grill. El día siguiente descartamos hacer algunas de las excursiones posibles (ver en el enlace de mas abajo) y nos dedicamos a mas de lo mismo: paseos y baños con la marea baja, almuerzo en chez hassan, gin tonics, baños y cena en el lodge. Tras un rato de charla con los propietarios del alojamiento, una pareja de belgas, nos retiramos a descansar.
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Desayunamos (frutas, jugos, tortillas….) y a las 10 nos recoge nuestro taxi para marchar a la otra punta de la isla, a la playa de Nuwgi.
Antes de las 11,30h. (a pesar del estado de las carreteras aquí van lanzados) estamos en el hotel Smiles donde pasaremos un par de noches. Nos asignan la habitación y salimos a pasear por la playa. Se nota que esta zona es mucho mas turística ya que a diferencia de la tranquila Jambiani aquí se ve mas gente paseando. Almorzamos en Gerrys bar un plato de langosta, gambas gigantes, atún, pulpo y calamar por 60000 TZS (22 €) los dos . Regresamos al hotel para un rato de piscina (el agua de la playa con la marea alta está bastante sucia) y a reservar una excursión a la isla de Mnemba para el día siguiente (25usd por cabeza). A la tarde damos un breve paseo por el pueblo y nos vamos a ver la puesta de sol y tomar unas copas a la terraza del beach baby lodge. Buena música y fantástica puesta de sol. Alli mismo nos tomamos algo para cenar. |
Después del desayuno nos recogen para , tras andar un buen trecho por la playa y esperar un rato a que aparezca el barco , embarcar rumbo a la isla de Mnemba, un atolón privado (dicen que de Bill Gates) donde se realizan inmersiones de snorkel por la claridad de sus aguas y la variedad de los peces que la habitan.
La travesía de mas de una hora es un poco agitada por el oleaje, con varios pasajeros vomitando. Un rato de piscina y de relax en la habitación antes de marchar al “beah baby” para unas copas. La cena la repetimos en “Gerry’s” esta vez a base de pescado y calamar. Pasamos una noche incomoda ya que un grupo se dedica a beber y charlar en voz alta en la piscina hasta altas horas de la noche. Aunque la intención es estar un rato de playa después del desayuno la fuerte tromba de agua que cae de pronto nos lo impide.
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A las 10 nos recogen para marchar hacia Zanzibar Town, donde nos alojaremos en el Tausi Palace. Empezamos a recoger las callejuelas para observar las fantásticas puertas de madera típicas. Desde la catedral de S Jose vamos hasta el viejo Fuerte y Forodhani garden. Desde allí, callejeando vamos para hacer el almuerzo hasta Lukmaan, un restaurante típico de comida zanzibariana. Al ser viernes nos lo encontramos cerrado entre 12 y 1 por ser hora de oración. Así que seguimos hasta un restaurante en el Jaws corner (spice palace) para almorzar en una agradable terraza. Estamos un rato en la terraza del hotel para despues dar un paseo por la playa para ver la puesta de sol y llegar hasta los puestos de comidas de Forodhani garden. Decidimos intentar de nuevo en Lukmann para cenar y esta vez si está abierto y bastante concurrido tanto de tanzanos como de turistas.
Desayunamos y damos un paseo mañanero hasta el mercado Daranjani y la catedral anglicana para seguir paseando hasta la terminal de ferry y el old dispensary. A las 4 de la tarde nos recogen para llevarnos al aeropuerto, de donde salimos en hora hacia Addis, para realizar allí un caótico trasbordo al vuelo de Madrid: cientos de personas sin orden ni concierto se agolpan ante los controles de embarque y a base de codazos y empujones logramos atravesarlo para poder regresar a casa.
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