LA PAGINA DE ENRIQUE LUIS : RELATO DE VIAJE A ALSACIA y Selva Negra 
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enero 2016


Milhouse

Acabadas las fiestas navideñas emprendemos un viaje de una semana de duración para recorrer los pueblos de Alsacia y llegar, atravesando la Selva Negra, a las cataratas del Rhin. Aunque las navidades han pasado en los pueblos de esta zona la decoración en calles y comercios se prolonga hasta el inicio del Carnaval. La diferencia (aparte de estar cerrados los mercados navideños) es que estamos prácticamente solos en los hoteles y pueblos de la ruta.

A las 7 de la tarde sale nuestro vuelo de 2 horas y media hacia el Euroaeropuerto transfronterizo que comparten Suiza y Francia. Nosotros salimos por la parte suiza ya que es allí donde hemos reservado el coche de alquiler. A pesar de ser algo más caro que en la parte francesa nos sale mas rentable, ya que incluye neumáticos de invierno, pegatina para las carreteras suizas y seguro completo. Al final nos llevamos la sorpresa, tras el rápido trámite, de que nos dan por el mismo precio (275 €) un vehículo automático con todos los extras. Conectamos navegador e iniciamos camino hacia Mulhouse (a unos 30 Kms) donde pasaremos la noche en un hotel Ibis.

 Amanece un día encapotado y con algunos copos de nieve. Nos trasladamos al centro de Mulhouse para, tras desayunar en una «boulangerie», ir a la Plaza de la Reunion, donde se encuentra el templo neogótico de S. Etienne y el Ayuntamiento del siglo XVI con su llamativa fachada. Hacemos un breve paseo e iniciamos la ruta que en esta primera parte transcurrirá entre el Rihn y el macizo de los Vosgos.

Hacemos los 23 kms que nos separan de Guebwiller, llamada la "Ciudad de las 3 iglesias", y aparcamos a la vera de la iglesia de Saint-Léger, construida en piedra arenisca de color rosa y hacemos una ruta por el pueblo hasta llegar al antiguo convento (hoy convertido en centro cultural), de los dominicos (convento, iglesia y claustro). Lo encontramos cerrado, así que regresamos al coche y proseguimos camino hasta Eguisheim.

Esta histórica villa forma parte de la asociación «Les plus beaux villages de France» y lo es de forma merecida. Hacemos un recorrido circular por sus, en esta época, desiertas calles, disfrutando de sus fuentes, casas entramadas, torres e iglesias hasta llegar a la plaza central del pueblo y decidir hacer unos pocos kilómetros mas hasta Colmar para almorzar allí, cosa que haremos en las cercanías del Museo Unterlinden.

El centro histórico de Colmar se encuentra repleto de monumentos y edificios antiguos muy bien conservados, góticos y del renacimiento. Pasamos por la Iglesia de los Dominicos y la Plaza del Ayuntamiento antes de marchar a la Calle de los Mercaderes. Allí se encuentra el Museo Bartholdi (creador de la estatua de La Libertad) y la renacentista Casa Pfister de 1537, con hermosas pinturas que representan escenas bíblicas. Para finalizar el corto recorrido, ya que Colmar hubiese merecido algo mas de tiempo, pasamos por la «Maison des têtes», edificio famoso, actualmente convertido en hotel, con su fachada decorada con cabezas humanas que representan temas bíblicos y figuras alegóricas de los emperadores.


Eguisheim

Nuestra siguiente parada antes de acabar el trayecto del día es en el pequeño pueblo de Turckheim. Damos un breve paseo por sus calles y marchamos a Ingersheim, donde nos alojaremos en el «Guite du moulin», una amplia casa para los 3 que somos, situada sobre los restos de un antiguo molino de agua. Compramos una quiche, una salchicha alsaciana y queso musnter , que junto con una sopa alsaciana de trigo constituirán una completa cena.

Por la mañana, una vez desayunados y habiendo recorrido la zona central del pueblo iniciamos camino hacia Kaysersberg. Este pueblo (en el que cobran 2 € por aparcar en cualquier lugar) tiene un encanto especial y quiza fue uno de los que mas nos gusto de nuestro recorrido. Está situado en medio de montañas y viñedos y a los pies de un castillo. En tono al viejo puente fortificado, del siglo XV que atraviesa el rio Weiss se encuentran una serie de bellas casas colgadas sobre el cauce, aunque también son dignas de ver otras edificaciones, como la maison Brief, del XVI.

Si este pueblo era bonito el siguiente, Riquewihr, en nada le desmerece ya que conserva casas de los siglos XV y XVI de gran belleza. Llegamos a la calle principal rodeada de estrechas callejuelas y la recorremos culminando en la torre Dolder (por encima de las copas). Tiene una altura de 25 metros . Su campana lleva inscrito: "Esta es la alegría que anuncia el ruido del día y el silencio de la noche". Antes de salir del pueblo paramos en una fabrica de cervezas, frente al cementerio, a probar sus cervezas.

La siguiente parada es Ribeauville lugar en que durante la edad media se refugiaron trovadores y músicos. Dejamos el coche en un lateral de la Gran Rue y empezamos a andar hasta la Place de la Marie y la Torre de Bouchers, construida en el siglo XIII. Seguimos callejeando hasta la Place de la Sinn, desde donde subimos a una de las iglesias del pueblo (San Gregorio y San Agustín) antes de regresar al coche y seguir a Bergheim, donde almorzaremos frente al Ayuntamiento un «menu du jour», acompañado de un pinot gris Damos un breve paseo por sus calles antes de marchar a nuestro destino, Selestat.

Nuestro alojamiento esta a un paso del centro histórico. Tras dejar las cosas en la habitación y poner la calefacción a tope vamos hasta la Torre Nueva o puerta del Reloj, que da acceso al casco antiguo. Recorremos la calle de los Caballeros, hasta la iglesia de la Santa Fe y la iglesia gótica de S Jorge para recorrer su interior y ver sus vidrieras. Vamos a continuación a la Biblioteca Humanista, en un antiguo almacén de grano del siglo XIX, pero la encontramos cerrada por obras en su interior y alrededores.
Regresamos al hotel hasta la hora de la cena, que hacemos en un restaurante especializado en flammekueche (tarta flambeada), una fina pasta de pan rellena de nata, panceta y cebollas.


Turkheim

El día amanece con gran niebla, hacemos el desayuno en la cocina de la habitación y salimos hacia el castillo colgado de Haut-Koenigsbourg. Allí a una altura de 750 metros, hace un dia magnifico dominándose toda la llanura alsaciana. Pagamos los 8 € de la entrada y recorremos este castillo-fortaleza del siglo XII, de doble recinto, pasando por diversos patios y salas y el gran bastión.

Volvemos a la autopista para seguir hasta el Mont S Odile, un convento situado en la cima del monte Santa Odilia, lugar destacado de peregrinación, consagrado a Santa Odilia, patrona de Alsacia. Visitamos la tumba y las capillas e iniciamos el camino forestal de ronda para ir a la fuente, pero está todo a reventar de nieve así que desistimos de hacerlo y volvemos al coche, pensando que hubiese sido bastante prescindible este desvío. Hacemos unas carreteras locales hasta el pueblo de Le Hohwald, donde tomamos el menú del día en el único restaurante que encontramos.

Seguimos hasta Obernai, en donde nos alojaremos en «Le Gouverneur», una casa histórica junto a las murallas, convertida en hotel. Despues de tomar un cafe con pasteles en una confitería damos un paseo por la ciudad vieja empezando en la iglesia neogótica de Saint-Pierre-et-Saint-Paul y siguiendo con la plaza del Mercado rodeada de edificios antiguos como la torre del siglo XIII, un pozo renacentista y el ayuntamiento. La cena la hacemos en un restaurante de la plaza a base de caracoles, torta de navidad y «baeckeoffe» (horno del panadero), plato típico alsaciano, compuesto de tres carnes marinadas (buey, cerdo y cordero) y de patatas cocinadas con Riesling, ajo, cebolla e hierbas.

El día siguiente lo pasaremos en la cercana Estrasburgo. Dejamos el coche en el hotel Montagne Verte y en 15 minutos bordeando L”Ill llegamos andando a la Barrage Vauban(Gran Esclusa) . La atravesamos andando por su parte superior hasta llegar a la «Petite France", cruzamos los Puentes Cubiertos (que ya no estan cubiertos) y callejeamos hasta S Pedro el Viejo, iglesia que comparte el culto católico y protestante. Por el borde del canal de los «Faux Remparts" marchamos hasta la iglesia protestante de Saint-Pierre-le-Jeune y el Hotel de Ville. 

Vamos a la Plaza de Notre-Dame para ver la Casa Kammerzell, representante de la arquitectura gótica tardía y la Catedral, la cual encontramos cerrada, así que decidimos ir al muelle de los pescadores para tomar unas cervezas en un barco. En el camino hacemos un alto para ver el Palais Rohan, una antigua residencia de los príncipes-obispos.

El almuerzo lo hacemos en las cercanías de la iglesia de San Pablo en un restaurante abarrotado. Desde la Plaza de la Republica volvemos a la Catedral para, esta vez sí, entrar y recorrerla.
Pasando por la Plaza de Santo Tomás volvemos al hotel, en donde haremos una cena bastante buena.


Kaysersberg

A la mañana, con un tiempo menos frío, y al ser sábado casi sin tráfico, vamos a dar un rápido vistazo al Parlamento Europeo y al Palacio de los Derechos del hombre antes de atravesar la frontera a Alemania e iniciar nuestro recorrido por la Selva Negra.

Paramos en Ofenburg, una pequeña ciudad universitaria para desayunar y nos encontramos en plena celebración del carnaval. Diversos colectivos con vistosos disfraces se empiezan a concentrar en la calle principal . Mientras desayunamos comienza un desfile hasta la puerta del Ayuntamiento donde se celebrará la fiesta. Estamos un rato mezclados entre los participantes y seguimos camino.

Llegamos a Friburgo de Brisgovia y dejamos el coche en un parking de un centro comercial que sale directamente a la Rathausplatz, donde se encuentra el antiguo y el nuevo Rathaus (Ayuntamiento). Vamos a la Puerta Schwabentor, damos un paseo por la zona universitaria y la iglesia de los jesuitas para seguir el paseo por la Kaiser-Joseph-Straße y desembocar en la bonita puerta de Martinstor. Cerca de allí hacemos un almuerzo muy barato en una especie de taberna- sala de conciertos, acompañados de unas ricas cervezas. Seguimos hacia la Musterplatz donde se encuentran el colorido palacio arzobispal, con su balconada de forja, la Kaufhaus, edificio dedicado a las finanzas y comercio del siglo XVI, con interesantes estatuas y la catedral con su torre de 116 m y bonitas vidrieras .

Recogemos el coche para seguir hacia nuestro destino, Rotenbach. Como llegamos bien de tiempo decidimos hacer unos kilómetros de vuelta para pasar el resto de la tarde en el helado lago Titisee.
A la noche, como el restaurante de nuestro hotel esta cerrado, vamos al único sitio abierto de todo el pueblo y solo les queda goulash (eso sí, delicioso).


Riquewihr

Hacemos un copioso desayuno e iniciamos camino. Reponemos gasolina antes de pasar la frontera suiza y en breve tiempo llegamos a Neuhausen am Rheinfall, lugar donde se encuentran las Cataratas del Rihn, el mayor salto de agua de la Europa central con 150 metros de anchura y 23 m de altura. Desde el aparcamiento vamos caminando por el margen izquierdo del río, lo atravesamos por el puente paralelo a las vías del tren y llegamos al castillo Laufen. Desde allí seguimos haciendo un circuito circular hasta volver al punto de salida.

Llegamos a Zurich cerca del mediodía, dejamos el coche cerca de la estación de tren, y vamos por la Bahnhofstrasse hacia su casco histórico para dar un paseo dominical.
Subimos a la Lindenhof para ver una perspectiva del otro margen del rio Limmat, pasamos por la iglesia de san Pedro y la plaza de la catedral, antes de cruzar el puente hasta la Wasser kirche y la gran catedral. En esa zona hacemos el almuerzo en un sitio donde no admiten tarjetas y nos devuelven el cambio en francos.

Como los hoteles en Suiza son bastante caros (como todo en general) hemos decidido pasar la noche en Lorrach, un pueblo de Alemania a 12 kms de Basilea. Nos alojamos en el céntrico y cómodo hotel Meyerhoff. Antes de la cena, que hacemos en una pizzería en los bajos del hotel, damos un agradable paseo por las calles del pueblo.

Una vez desayunados en una cafetería muy decorada con motivos del carnaval, y para acabar nuestro viaje marchamos a Basilea. Aparcamos en las cercanías del casco antiguo. Echamos unas monedas en el parquímetro (admiten tanto francos como euros) y damos una vuelta de un par de horas por la calle Freie hasta el Ayuntamiento para ver su llamativa fachada e interiores. Caminamos hasta el puente Mittlere y desde allí subimos a la plaza de la catedral. Entramos en ésta y paseamos por su claustro y por el mirador sobre el Rinh. Bajamos a la Barfüsserplatz y retornamos al coche para marchar al euroaeropuerto, devolverlo y volver a casa.


Basilea

ruta