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LA PAGINA DE ENRIQUE LUIS : RELATO DE VIAJE A BUCAREST 
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marzo 2010
 

Palacio Parlamentario


Blue air nos lleva por 60 € hasta Bucarest en un vuelo de 4 h de duración. Eso si, el procedimiento previo de embarque es alucinante: 2 horas de cola tengas o no que facturar y con cobro en el mostrador a todos los que facturen. El resultado: media hora de retraso.

Llegamos a Baneasa (un microscópico aeropuerto a 8 kms del centro ) a las 4 de la tarde.(1 hora mas que España) Cambiamos 50 € y cruzamos la avenida ante taxistas insistentes para sacar en una cabina de la parada un billete para 2 de la linea exprés 783 (7 lei).
Nos bajamos en la plaza Universitati y empieza a llover.
El hotel está cerca ( a 10' andando) al lado de un gran parque. La habitación (140 € por 3 noches) pequeña pero muy cómoda y caldeada (en la calle hacen -2).

Salimos a dar un paseo bajo la lluvia y oh sorpresa, esta vez que no he traido zapatos de reserva una grieta en la suela de las botas hace que los calcetines se mojen.
Pasamos por la calle Victoriae donde se ubican el Museo Nacional de Arte y el Ateneo rumano Tras buscar un restaurante que no sea de comida internacional o diseño, encontramos uno, el Pescarul en el que tomamos cascaval (queso empanado), coctel de esturion, snitel (una especie de s jacobo) y con mamaliga (pure de maiz) y cerveza del lugar por 70 lei (17 euros).

Tras comprar un botellon de agua (la del grifo no es recomendable) y una botellita de licor dulce nos retiramos a descansar.


Stravopoleos


En un pequeño salón hacemos el desayuno, antes de abrigarnos para salir a la calle y cambiar al lado del hotel a 4,08. Cruzamos el río Dambovita para llevar al vecino parque Izvor, enfrente del cual se ubica el inmenso (e inacabado) Palacio Parlamentario que con sus 1100 habitaciones es el mayor edificio administrativo del mundo,y otras construcciones administrativas de estilo estalinista en su entorno.

Por el Bulevard Unirii llegamos hasta la ajetreada plaza del mismo nombre para desde ahí entrar en la zona conocida como el "pequeño París", zona llena de solares y calles en obras, con cantidad de perros callejeros (como en todo Bucarest).

Vamos primero a unas ruinas, Curtea Veche, lugar donde nació la ciudad en torno a una fortificación en la que llego a residir Blad Tepes.
Es tal su estado que desistimos de entrar.

Si lo hacemos en la vecina Basílica, la más antigua de Bucarest, donde coronaban a los reyes. Paseamos por la strada Lipscani y entramos en la pequeña Iglesia ortodoxa de Stravopoleos.
En esa calle se encuentra el tipico restaurante Curu cu Bere, al que decidimos volver para el almuerzo.

Marchamos a la Plaza Universitatii, donde se ubica el Teatro Nacional, pasando antes por la iglesia rusa. Por el Boulevard Balcescu llegamos hasta la piata Romaná en donde hacemos un alto en un bareto para tomar unas Timisoara (cerveza) de medio litro c/u por 8 lei (2 €).
Pasando por el Museo de Literatura, el "Colectilor" y la Catedral de S. Iosif vamos hasta la gara del Norte para confirmar los horarios y precios de trenes.


iglesia rusa


Desde allí, cansados, sacamos un bono de 10 viajes de metro por 8 lei, (0,20 € el viaje) y nos vamos a almorzar. Empieza a nevar cuando ya estamos esperando la comida en el repleto "Curu": cerveza de la casa, ciobá de fasole (guiso de judias servido en un cuenco de pan) , mancarea boierolui (salchichas con ragout de alubias) y mancarea lui bucur (calabacin relleno de carne picada),todo ello por 75 lei (+ propina), unos 10 € por cabeza.

Tomamos el metro para ir a ver el arco del triunfo, pero nos bajamos una parada después y visto que está nevando copiosamente, decidimos no seguir andando más y nos vamos al hotel a descansar.

Salimos a hacer la cena en City grill, en lipscani, un sabroso plato con diversas carnes, un vino tinto bastante bueno y postre por 70 lei.
Nos retiramos temprano ya que a las 7 nos tenemos que levantar.

Desayunamos y tomamos el metro hasta la gara de nord. Por 60 lei c/u sacamos un billete de ida y vuelta a Sinaia, pequeña ciudad ubicada a los pies de los Carpatos.
Está a unos 130 Kms de Bucarest pero se tarda en llegar casi dos horas y media (en el tren rápido) por el mal estado de las vías en el último tramo. El paisaje, tanto en la llanura como en las montañas, todo blanco.
Andando con mucho cuidado ya que todo es nieve e hielo ascendemos entre bonitas casas hasta el monasterio y tras una caminata por un sendero entre árboles hasta el castillo de Peles.
Estamos a casi mil metros de altura, aunque las montañas de alrededor alcanzan los 2.500 mts.


monasterio Sinaia


La visita del recargado castillo, (20 lei la entrada), se hace un poco pesada ya que es guiada.
Regresamos al pueblo para hacer el almuerzo y esperar el tren de regreso, que llega con más de media hora de retraso.

A la llegada a Bucarest vamos en metro a Aviatorilor para ir al Arcul de Triumf y desde allí por Kiselef , una avenida con muchas embajadas, hasta la piata Victoriae.
En Kiselef se encuentra casa Doina un famoso restaurante al que nos planteamos ir, pero cuando intentamos reservar por Internet no dejaba asi que al final desistimos.

Tras un buen rato de relax en el hotel volvemos al City grill para la cena.
Esta vez trucha, Frigarui de pui (brocheta de pollo), vino, ensalada de tomate y queso, crepes de helado y tarta.
Eso sí a la hora de pagar se "confunden" y nos añaden unas c ervezas y un plato que no habíamos tomado.


Sinaia


Amanece un domingo frío pero radiante.
Tras desayunar, hacer las maletas y dejarlas en recepción marchamos hacia la Opera Nacional, un edificio feísimo y a la iglesia Cuibul cu Barza, que como casi todas en esta ciudad se encuentra casi oculta entre altos edificios.

Volvemos al Parlamento, con la intención de entrar en el Museo de Costumbres pero nos percatamos de nos quedan apenas unos leis, así que nos vamos a buscar alguna casa de cambio, pero están todas cerradas.
Encontramos una abierta antes de tomar el metro para ir al parque Herastrau.
A la entrada del parque reparten plantas a todas las mujeres que llegan.

Paseamos por sus jardines, el borde del gran lago, la feria infantil y el entorno del Museo de la Aldea hasta cerca de la hora del almuerzo, en la que marchamos a "Curu " pero resulta de que está abarrotado y no podemos entrar.
Buscamos un sitio alternativo que resulta ser Crama Domeasca con vistas al Palatul Voievodal . Nos pedimos un Ciolan Romanesc (codillo rumano al horno) para dos, vino y una ensalada (inmensa).

Regresamos al hotel para recoger las maletas y tomar el bus a Baneasa para salir en hora a las 21h. hacia casa.


arco del triunfo

mapa de Bucarest