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Abril 2014 |
A las 10 y cuarto aterrizamos en la capital eslovaca donde tenemos 15 grados menos que en Málaga. A la salida nos esperan para darnos el vehículo. Salimos para hacer 130 Km hacia Brno, capital de Moravia y 2ª ciudad del país. El apartamento dúplex para 4 que hemos reservado (H. Efi) está muy bien, sobre todo por el precio: 64 € (con desayuno y parquin).
Pasando por la iglesia de S Jacob (donde una solista de violín/cantante está ensayando) seguimos caminando hasta la villa Tugendhat, diseñada por el arquitecto Mies van der Rohe, desde los años veinte ejemplo destacado de la arquitectura moderna. Es el primer Patrimonio Mundial de la UNESCO, que veremos en un viaje que recorrera los 12 PH checo.
Después de descansar un rato en el hotel, y reservar habitación para la vuelta (esta vez un apartamento para 4 por 47 €), salimos a hacerla cena, previa parada en una animada cervecería. En la plaza Svobody hay montado un mercadillo de Pascua. En uno de los puestos cenamos sabrosamente a base de salchichas, pato , pollo con verduras y queso.
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Seguimos 60 Km hasta Olomouc, donde nos cae un chaparrón mientras vamos a comer.
Repuestas las fuerzas caminamos hasta la barroca columna de la Stma Trinidad (PH) de 35 mts de altura , ubicada junto al Ayuntamiento , donde se encuentra su reloj astronómico (Orloj) de 1420. Marchamos, parando para algunas compras, hasta la catedral de San Wenceslao, junto a la cual se encuentra el Palacio Episcopal y la capilla de Sta. Ana.
Cada comida y cena de la ruta nos saldrá en una media de 40 € para los 4. El coste final del viaje se nos pondrá en cerca de 600 € por cabeza. (incluyendo todos los conceptos: vuelo, comidas, hoteles, coche, gasolina etc)
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Conducimos 180 Kms hacia Bohemia , con nevadas ocasionales, hasta Kutná Hora (PH). Aparcamos en Sedlec, al lado de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y San Juan Bautista, para visitar la antigua abadía cisterciense con su osario de la iglesia del Cementerio de Todos los Santos.
Seguimos hacia Praga, parando para almorzar en un bar de carretera unos codillos inmensos.
Tras conducir con suma precaución por las calles de Praga (por sus radares cada pocos metros), llegamos al hotel que habíamos reservado en las cercanías de la Plaza Wenceslao. Tienen el parquin lleno, así que nos buscan otro en un hotel cercano (20 €/día) y nos entregan las llaves de nuestros 2 estudios. Dejamos las maletas, descansamos un rato y nos vamos a tomar el tranvía 22 que nos subirá hasta Pražský hrad , el castillo de Praga.
Entramos en el inmenso recinto, que ya conocíamos de nuestro anterior viaje.
Por la hora que es, está bastante tranquilo. Vemos el Palacio Real, la catedral de S Vito, el convento y basilica de S Jorge y el Callejón del oro (Zlatá ulička) antes de bajar por Nerudova hasta la Plaza de Malá Strana y el Puente de Carlos.
Toda esta zona hasta la Plaza del Reloj Astronómico en Staré Město está a reventar de turistas. |
Tras volver a desayunar en una pastelería junto el parking en que dejamos el coche, decidimos entrar en los Baños de Elisabeth (Alžbětiny Lázně). Para ello nos vemos obligados a comprar unos bañadores en un chino. Son unas piscinas corrientes con agua poco caliente (ni siquiera mineral). Para mí no merecieron la pena las 120 coronas que cuesta entrar.
Paseamos por la rivera del rio, pasando por el Lazne III, la columnata del molino, la Columnata del Mercado (Tržní kolonáda) de madera y pintada de color blanco y la iglesia de María Magdalena.
Al rato salimos a pasear hasta Stare Mesto, volviendo por el Teatro Nacional y el edificio “Ginger y Fred”.
Desayunamos y salimos hacia Benesov, en un día soleado. Hacemos 50 Km hasta el parking del castillo de Konopiště (2 €) . Desde allí un trenecito (cuando nosotros llegamos lleno de italianos) te sube por 1,5 € hasta el castillo. No merece la pena, son 300 mts andando. Es una fortaleza gótica, que tras varias reformas se fue transformando en un palacio romántico, en cuyo foso tienen un oso y en los alrededores cabras y muflones.
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Tras el bonito paseo regresamos hacia České Budějovice, donde tenemos el alojamiento (hotel Svon) en la plaza principal del pueblo. Una gran habitación con unas buenas vistas.
Al poco de llegar y como es Jueves Santo, unas filas de personas vestidas de negro, con máscaras blancas y haciendo sonar matracas llegan a la plaza desde sus cuatro puntos, en un típico ritual pascual checo.
Amanece nublado, desayunamos e iniciamos la marcha con una visita a la aldea de Holasovice (PH), antes de seguir, de forma improvisada, hacia el cercano Hluboká para ver el considerado más bonito palacio de Chequia , el cual dispone de 140 estancias y 11 torres y unas curiosas estructuras metálicas en la zona del parque inglés.
Seguimos a Telč (PH) para un breve paseo por su plaza rodeada por casas renacentistas, clasificada como una de las más bonitas de Europa.
El almuerzo lo hacemos en Třebíč en un chino, en la céntrica Plaza de Carlos, enfrente de un edificio renacentista llamado la Casa Pintada por su decoración de esgrafiados, antes de subir a pasear por su barrio judío (Zámostí), en la ribera izquierda del río Jihlava. |
El último día de ruta hacemos 60 Kms para llegar al “Paisaje Cultural de Lednice-Valtice” (PH), paisaje artificial que se extiende por más de 200 km2 y es uno de los más vastos creados por la mano del hombre de Europa.
Vamos seguidamente a casi la frontera austriaca, al segundo de los palacios -el Palacio barroco de Valtice-, una ostentosa residencia de los señores de Liechtenstein de Austria y Moravia, conocida sobre todo por su larga tradición vinícola desde que las legiones romanas trajeron aquí la vid. Nos encontramos con una exhibición de coches y una feria del vino.
Repostamos gasolina (está bastante más barata en Chequia que en Eslovaquia) para gastar las pocas coronas que nos quedan y seguir hacia Bratislava para, tras dejar las cosas en el hotel, irnos a almorzar a un restaurante típico que ya conocíamos. Al salir una tormenta con un gran aguacero nos pilla y acabamos bastante mojados.
La cena la hacemos en una pizzería del centro comercial vecino al hotel.
Tras esperar un rato el desayuno (este último hotel -H Blue- ha sido el peor del viaje) , salimos para devolver el coche en el aeropuerto y, satisfechos de esta bonita ruta, volar de regreso a casa.
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