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octubre 2010 |
A mediados de mes y con paradas previas en el norte de España iniciamos una ruta de 10 días por el país vecino con objeto de visitar (sobre todo) S Michel y los castillos del Loira. De un tirón ( con paradita para almorzar) nos hacemos los casi 800 Km que hay hasta S. Domingo de Silos. Tras dejar las cosas en el hotel frente al monasterio paseamos por las calles del pueblo hasta el lavadero y la ermita, para asistir a continuación a “vísperas” y escuchar cantar gregoriano. Una cena a base de sopa de ajo y cabrito culmina el día. Por la mañana, una vez desayunados, nos acercamos a la garganta de la Yecla para atravesar este angosto cañón rodeado de buitreras. Visitamos el bello claustro, la botica y sala anexa del monasterio para seguir viaje después. Hacemos la primera parada en la villa medieval de Covarrubias para ver su Colegiata (con sus más de 30 sepulcros), sus calles, plazas y cruceros, las casas de Dña Sancha y Dña Urraca y seguir a Lerma donde hacemos una breve visita y compramos unos dulces en el convento de las clarisas. Almorzamos en un pueblo de paso unas sabrosas lentejas y cordero y damos una vuelta breve por S Domingo de la Calzada, en donde no podemos entrar en su catedral porque hay un funeral.
Llegamos a S Millán de la Cogolla con el tiempo justo de asistir a la visita de la bodega que está incluido en el precio de la habitación de la hostería (80 € con desayuno y botella de rioja de regalo).
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Una vez desayunados hacemos la visita de los monasterios de Suso y Yuso y partimos hacia Vitoria. Paramos en Zarautz para almorzar y seguimos hasta Angouleme donde hacemos noche. A la mañana recorremos la “capital del comic” antes de hacer unos kilómetros mas para llegar a Potiers.
Tras dar muchas vueltas por una manifestación en contra de la subida de la edad de jubilación logramos llegar al hotel Au Chapon Fin en la plaza del Ayuntamiento.
De las tres rutas indicadas en el mapa que nos han dado en el hotel hacemos dos de ellas para ver alguno de los 86 monumentos protegidos que tiene la ciudad: la ruta amarilla que desde el Hotel de Ville nos lleva a la iglesia de S Porchaire, el Palacio de Justicia, una serie de “hoteles” góticos, la iglesia de S Jean de Montierneuf y la de S Germain y la ruta azul que desde la preciosa iglesia Notre Dame La Grande (el monumento mas importante de la ciudad con su fachada romana) nos conduce a la catedral de S. Pierre, la iglesia de S Radegonde y el Baptisterio de S Jean.
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Una ruta de cerca de 400 kms nos lleva hasta el pueblo de Potorson, para almorzar en el Relais de S Michel,(ahumados, mejillones, pato, bacalao y quesos) visitar la abadía y alojarnos en un Formule Verte. La carretera que accede al Mont S Michel (PH desde 1979) está creando problemas por los sedimentos que produce por lo que se están planteando quitarla. Nosotros llegamos en una semana en la que no hay mareas vivas, en las que los parkings quedan cubiertos por las aguas. De todas formas, como nuestro alojamiento esta cercano hacemos andando los 2 kilómetros del dique que une el continente con la isla. Es domingo y hay mucha gente (en su mayoría orientales), pero no tanta como la que se aglomera en temporada alta (es el monumento mas visitado de Francia). Recorremos las murallas hasta acceder a la entrada a la Abadía, pagamos los 8,50€ que cuesta visitarla e iniciamos el recorrido : Desde la taquilla en la sala de los Guardias y la escalera del Grand Degré salimos a la terraza del oeste, desde donde se aprecia una vista general sobre la bahía. Entramos en la iglesia abacial en la cima del peñasco para continuar la visita por el claustro, situado en la cima de un edificio que se denomina la Maravilla construido a principios del siglo XIII. Desde el Refectorio se accede a la sala de los Huéspedes y a la cripta de gruesos pilares y a la cripta de San Martín . Desde alli se accede a la enorme rueda que ocupa el antiguo osario de los monjes . Pasando por la capilla de San Esteban se toma la escalera norte-sur que da al paseo cubierto y la sala de los Caballeros. Finalizamos la visita en la Capellanía desde donde se sale a los jardines. Antes de abandonar la isla pasamos por la iglesia parroquial de S Michel. La cena la tomamos en “La Rotisserie” enfrente del hotel: pescado y carne sobre lecho de choucroutte, tras lo que cogemos el coche para acercamos a los pies de la abadía para su visión nocturna iluminada.
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Al día siguiente antes de reanudar la ruta nos acercamos a la isla para unas fotos entre la neblina. Hemos decidido ir a S. Malo, a unos 50 Kms. Dejamos el coche en un parking aledaño a intramuros y recorremos la, a esa hora, desierta ciudad repleta de edificios históricos. Nos gusta sobremanera. Nos subimos a un baluarte defensivo para hacer una visual marina y tras un café con bocata de queso de cabra caliente seguimos a la bella ciudad medieval de Dinan. Al ser lunes y cerrar casi todo el comercio turístico la paseamos casi en completa soledad disfrutando de sus bonitos rincones. Vamos por unas carreteras locales hasta conectar con la autopista que a través de Rennes y Lemans nos lleva a Tours. Nos alojamos en el antiguo hotel Vendome y nos vamos de paseo al museo de bellas artes, a ver el gigantesco cedro del Líbano de sus jardines (37 metros de altura y 200 años de edad) y la inmensa y fantástica catedral de S Gatien del siglo XIII. Tras un paseo por la zona de casas antiguas y el río, nos acercarnos a la destruida colegiata de S. Martín del siglo IV con sus torres de Carlomagno y del reloj. La cena la hacemos en un bistrot (ostras, filetes de salmonete y parrillada la chope).
Salimos casi sin amanecer y bajo una cuantas gotas de lluvia hacia la parte oeste de Tours en un día de huelga general (que notaremos poco) para visitar los castillos del Loira. Tras un café en Savonnieres llegamos a Villandry para ver su chateau desde el exterior, seguir a Langeais, con su castillo en pleno centro y pasar por los cerrados de Fontenay y de la Chatonnele.
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Cambiamos hacia la parte este de Tours para hacer el almuerzo al lado de gran castillo de Amboise (terrina de pescados y cordero regados con vino de Touraine). Nos llueve mientras circulamos hacia el c. de Chenonceaux, el cual decidimos visitar para recorrer su jardines y bosques y los aposentos de “las señoras” (entre otras Diana de Poitiers y Catalina de Medicis). Seguimos hacia Chaumont para ver su castillo desde la orilla del río y llegar a Blois al hotel que tenemos al lado del Castillo real y la iglesia de S Vicente. Antes de oscurecer y con un poco de lluvia paseamos por sus lugares históricos: la catedral de S Luis, la Iglesia de S Nicolás y la ribera del Loira. La cena la hacemos en uno de los pocos lugares que vemos abiertos a base de carne y cerveza.
Tomamos un cafelito, recogemos el coche del parking y nos vamos hacia el castillo de Chambort. Aparcamos en sus cercanías para tomar unas fotos y seguir hacia el de Cheverny y después hacia Limoges con el temor de no encontrar gasoil por el bloqueo de refinerias. Tras salir de la A85, en la 2ª área de servicio de la A20 tienen y llenamos el depósito. Una vez visitada la Iglesia de S. Pierre y el modernista pabellón du Verdurier nos vamos de descanso al hotel . La cena la hacemos en un kebab, tras lo cual visitamos la estación de Capuchines antes de irnos a dormir.
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El jueves amanece radiante con una temperatura de cero grados, que en la parada en ruta que hacemos para desayunar un croque-monsieur en un pueblo cercano a Limoges baja a -2º. Tras un par de horas de camino y pagar 12 € de peaje nos desviamos por una carretera local hasta Gaillac (zona de vinos) para visitar su abacial de S Michel y almorzar. Seguimos hasta Albi , conocida como la ciudad roja, recién nombrada P.H. En el hotel George V nos dan una habitación inmensa con cama gigante e hidromasaje. Marchamos a recorrer el centro histórico y la ciudad episcopal con su fantástica catedral, su palacio de la Berbi en donde se ubica el Museo Toulouse-Lautrec y los aledaños del rio Tarn. Descansamos un rato en el hotel antes de la cena que hacemos en frente de la catedral a base de confit y casoulette acompañados del habitual pichet. Nos levantamos un poco más tarde de lo habitual, cerca de las 9 h. Un café, una baguette con paté de campagne y carretera para llegar a Carcasonne a las 11 y media. Hemos tomado un B&B muy agradable entre la ciudad vieja y nueva, la maison sans frontieres. La habitación que cogemos tiene vistas a la fortaleza, hacia a la que nos encaminamos para hacer allí un pantagruélico almuerzo (paté, mejillones con queso fundido, casoulettes catara y de confit y plato de quesos con vino de Carcasonne) y visitar este magníficamente conservado Patrimonio de la Humanidad. Tras una reparadora siesta salimos a la ciudad nueva al festival del vino que se celebra ese fin de semana para degustar algunos vinos de la cosecha de este año. Una cena a base de patés y vieras sirven para cerrar esta ruta por Francia. A la mañana siguiente hacemos un desayuno con mermeladas caseras para en 2 horas llegar a Gerona, pasear por su casco antiguo, almorzar, dejar el coche en un parking low cost y seguir viaje hacia Sicilia.
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