Nos levantamos bien temprano para, tras dejar el coche en nuestro parking habitual cercano al aeropuerto (mas cómodo y barato que ir de taxis), embarcar a la hora prevista y aterrizar en el pequeño aeropuerto de Cardiff. Tomamos el autobus que por 5L va al centro de la ciudad. Como no le funciona el tarjetero nos vemos obligados a sacar efectivo en el cajero de llegadas. 40 minutos después estamos bajando en la estación central. Nuestro hotel está justo al lado. Como es temprano, dejamos las cosas en recepción, donde nos atiende una chica española y nos vamos a visitar la ciudad. Por la zona comercial de The Hayes andamos hasta la iglesia de St Johns para visitarla. Cruzamos hasta el Castillo de Cardiff para una visual y por el «muro de los animales" llegamos al inmenso Bute Park. Paseamos por sus caminos hasta cruzar al Ayuntamiento y el Museo Nacional. Regresamos al casco antiguo para almorzar en un pub, son algo mas de las las 12 y como es sábado, a reventar por haber partido de la Premier. Seguimos por Hight street hasta el mercado para dar una vuelta por él y volvemos al hotel. La habitación es pequeña pero muy funcional. Descansamos hasta media tarde cuando salimos a hacer una caminata de un par de kilometros hasta Cardiff Bay.

Es una bahía con bonitas vistas muy agradable para pasear. Calles comerciales, bares y restaurantes y edificios interesantes como el Pierhead Building (un rojo edificio de 1897 de estilo gotico francés con un reloj conocido como el Baby Big Ben), la antigua Iglesia Noruega (convertida en cafeteria y sala de exposiciones), la Asamblea Nacional y el centro del Milenio, conocido como el «armadillo», con varias salas para representaciones escenicas. Con la puesta de sol regresamos al hotel. Salimos para hacer la cena y nos encontramos la ciudad abarrotada de gente en plan «sábado». Al final nos tomamos unas hamburguesas en uno de los pocos lugares con sitio que encontramos. Nos tomamos unos cafés, nos abrigamos bien y cruzamos desde el hotel hasta la estación de ferrocarril para sacar los billetes hasta Bristol. Hay una hora de camino, casi todo con una niebla intensa. Cuando llegamos a la preciosa estación de Temple Meads ya luce el sol. Vamos andando hacia el waterfront, con parada previa en la iglesia de Saint Mary Redclife , un ejemplo notable del gótico inglés, considerada por marineros y comerciantes como su templo protector, en la que estan celebrando el oficio dominical. Cruzamos el primer puente sobre el «floating harbour» y cruzamos por la Queen Square, donde se celebra un encuentro de coches antiguos.

Pasamos el puente de Pero para recorrer el Harbourside hasta llegar enfrente del SS Great Britain. Desde alli vamos hasta la plaza (College Green) donde se ubica la Catedral, la Casa del Consejo, la Biblioteca Central y la Lord Majors Chapel. Desistimos de subir la cuesta hasta la universidad y a la zona de Clifton y regresamos hacia la estación, con parada previa para degustar unas cervezas locales. Sacamos los billetes para nuestra siguiente parada y en 20 minutos estamos bajando en la ciudad de Bath, en el condado de Somerset. Lo primero que hacemos es almorzar (cordero con curry y trio de salchichas) antes de empezar nuestra ruta por la calle comercial hasta las Termas romanas ( un complejo compuesto por el templo romano y las termas, que aún se alimentan del único manantial de agua caliente del Reino Unido) y la abadía gótica del siglo XV. Esta ciudad, declarada patrimonio de la Humanidad, nos sorprende agradablemente por su bien conservada arquitectura georgiana (5.000 edificios designados como de especial interés por su valor arquitectónico). Andamos hacia el rio Avon para ver el precioso puente de Pulteney y la vecina Great Pulteney .

Seguimos por Georges street (donde se encuentra el Centro de Jane Austen) y Gay street hasta llegar al Circus. Vamos a la vecina Royal Crescent edificios georgianos en forma de curva, frente al Royal Victoria Park. Volvemos a la estación para, tras una parada excesivamente larga en Bristol, volver a Cardiff ya de noche. Tras descansar y dar un pequeño paseo, cenamos en un tranquilo pub frente al hotel. Cafe y nuevos billetes de tren para dedicar el lunes a visitar la ciudad de Gloucester. A las 10 de la mañana estamos ya andando desde la estación hacia la famosa catedral. Pasamos por la Iglesia de S. Michael y damos una vuelta al entorno de la catedral rodeado de viejas casas y restos históricos. Entre ellos destaca las ruinas del Priorato de San Oswald. Entramos en la abadí­a de San Pedro, construida en 681, y actualmente catedral. Su estilo arquitectonico combina elementos románicos, góticos y de estilo Tudor. Aquí está enterrado el rey Eduardo II. La recorremos disfrutando de sus diversos espacios y obras de arte, para acabar en el gran claustro. Esta fantastica catedral ha sido utilizada para el rodaje de algunas escenas de las películas de Harry Potter.

Andamos por Westgate street hasta un pub donde nos tomamos unas cervezas acompañado por un inmenso ( y sabroso) fish and chips. Reanudamos la marcha hacia los Docks. Gloucester está situada al lado del río Severn, unido por un canal al puerto de la ciudad. Los almacenes y embarcaderos fueron abandonados en los años ochenta. Desde entonces una gran renovación los han convertido en zona de ocio con museos marí­timos y apartamentos de lujo. Damos un agradable paseo hasta volver al centro de la ciudad, a la iglesia de St Mary de Crypt, del siglo XII, con una alta torre y un cementerio a sus pies. Tomamos el tren de las 14 h. para regresar a Gales. A la llegada nos acercamos al estadio del Milennium, tomamos un café con un delicioso pastel y nos retiramos al hotel hasta la noche. Tras un paseo por las tranquilas calles (a diferencia del sabado anterior) vamos al pub de la noche anterior para tomar unas cervezas y cenar. A las 9 de la mañana estamos tomando el bus de vuelta al aeropuerto para en hora salir de regreso a casa.