octubre 2016

Hemos decidido, después de muchas reticencias (por los comentarios de otros viajeros), plantearnos un viaje a la India, debido a que hemos encontrado una oferta irrenunciable de vuelos: Con Qatar a Bombay por 300 € i/v. Después de unas semanas de planificación, estudiando diversas opciones, establecemos nuestra ruta definitiva, de un mes de duración, incluyendo unos días en el vecino Nepal, sacamos los diversos billetes de avión, abrimos una cuenta en “cleartrip” para poder sacar los billetes de tren y reservamos los alojamientos a través de “booking”. Un mes antes de la partida tramitamos el visado con la embajada a través de la empresa adjudicataria (Arke). Nos sale a casi 90 € por cabeza, 30 € más que por internet, pero al ser un visado de múltiple entrada no se puede hacer por ese medio. Como nuestro vuelo sale de Madrid a las 10 de la mañana nos vemos obligados a irnos el día antes para evitar posibles problemas de conexiones. Hemos decidido alojarnos en Barajas-pueblo, ya que es una ubicación ideal para ir al aeropuerto: el bus 101 sale justo al lado del hotel que hemos cogido, deja en menos de 5 minutos en la T2 y desde allí con los buses lanzadera entre terminales nos ponemos en la T4 en otros 5’. Así que a las 6,30 marchamos para el aeropuerto para hacer los trámites y embarcar en hora en un vuelo que con un par de horas de escala en el aeropuerto de Doha, nos deja en el nuevo y bonito aeropuerto de Mumbai a las 3 de la mañana. Una vez realizados los tramites de entrada, buscamos un cajero y sacamos con nuestra tarjeta Evo, que no cobra comisión alguna, lo máximo que deja la maquina: 10.000 Rupias (135 €). Vamos al mostrador de los taxis prepago y primer “timo”: nos cobran 850 rupias, aunque el recibo señala 770. Nos asignan un taxi cuyo conductor no tiene ni idea de donde está el hotel Residency. Después de varias vueltas y con la ayuda del navegador de mi móvil logramos llegar. A esa hora, con el poco tráfico, llegar al centro nos ha costado “solo” 40 minutos. Ya en el trayecto (aparte de los muchos baches) observamos la gran cantidad de personas que duermen en la calle. Como es tan temprano y no hay habitación libre en el hotel nos dejan un salón para que nos tumbemos a descansar hasta que una hora después nos dan la habitación. Está bastante bien, pero con el ruido de la calle totalmente audible. Tapones y a descansar un rato. A las 11, ya recuperadetes, salimos a hacer un paseo. Estamos en Fort, la zona donde se respira un aire más colonial. Vamos primero a la estación Chhatrapati Shivaji , más conocida como estación Victoria, una obra de arte gótico siglo XIX que es el corazón de la red ferroviaria y símbolo de la época colonial, declarara patrimonio mundial de la Unesco en 2004. Con torreones, agujas, vidrieras, cúpulas, dicen que es la estación más concurrida de Asia.

Pasando por Hutatma Chowk (la Plaza de los Mártires), monumento erigido en memoria de los 105 asesinados por la policía mientras se manifestaban pacíficamente en favor de la creación del Estado de Maharashtra y la Fuente Flora llegamos hasta el barrio de Colaba. Allí se encuentra, frente al hotel Taj Mahal Palace, el considerado símbolo de Bombay: La Puerta de la India, un arco de triunfo construido para conmemorar la visita del rey Jorge V y su esposa María a la ciudad y lugar desde el que los británicos abandonaron la India el 28 de febrero de 1948. Pasando los controles de seguridad (habituales en todos los lugares públicos de la India desde los atentados del 2008) entramos a la explanada para hacernos unas fotos. Después marchamos a una cercana cervecería para turistas (Café Mondegar) para tomar unas cañas (440R), tras lo que buscamos un lugar donde almorzar. Lo hacemos en el rey del Kebab (picantísimo). Para la cena encontramos en las cercanías del hotel un lugar clásico, el “Military”, especializado en platos parsi y cervezas desde 100R. Tomamos unos Biryani de pollo muy sabrosos. A las 6 de la mañana ya estábamos listos para marchar al aeropuerto (esta vez por 300 R menos que a la ida, 550R). Hacemos un vuelo de algo más de 2 horas con Air India hasta llegar a Delhi. Aunque tenemos concretada la recogida con el Hotel, no aparece nadie en el lugar de la cita, así que nos vamos al metro que por 60 R y en menos de 25 minutos nos deja en la estación principal de Delhi. Andamos un poco, ignorando las centenares ofertas de rickshaws, taxis, ciclos y similares hasta llegar al “City Star”. Comentamos que no nos ha recogido nadie y nos ofrecen un taxi gratuito para el regreso. Volvemos a la estación para sacar la tarjeta 24h para el metro (150R). Tomamos la línea amarilla y vamos hasta la parada de Chandni Chowk para recorrer el bazar de su nombre (mercado de la luz de la luna), yendo por la calle principal hasta el Fuerte Rojo para unas fotos en su exterior, ya que hemos decidido no entrar, ora que en nuestra ruta encontraremos varias fortalezas más interesantes. Vamos a continuación a la cercana Jama Masjid. Aunque la entrada es gratuita, los guardianes-timadores de la puerta pretenden que paguemos por entrar: cámara, túnica, cuidado zapatos, cualquier excusa les parece buena…. Visto el percal nos vamos a otra de las puertas, por donde puedo entrar sin problemas. La mezquita me parece grande pero nada atractiva. Recorremos la zona del mercado de las especias, buscando donde comer algo. Lo hacemos en un local que vende pollo frito por 200R. Andamos hasta la parada de Chawri Bazaar y vamos en la línea azul del metro hasta el templo hindu de Akshardham, un complejo inaugurado en 2005, a orillas del rio Yamuna, con fuentes y jardines y un inmenso edificio construido en piedra arenisca rosa y mármol italiano con 234 columnas y 20000 imágenes. La entrada es gratuita, aunque hay que dejar todos los objetos que se lleven en las taquillas de la entrada. Volvemos en metro hasta la estación de Delhi y desde allí al hotel. La cena la hacemos en un pizza Hut vecino, después de tomar unas “kingfishers” en un antro cercano.

Tras desayunar en la terraza del hotel, tomamos un tuctuc (150R) para ir a la Tumba de Humayun. Pagamos las entradas (500R c/u) y pasamos un rato de calor y humedad recorriendo este gran complejo funerario, tumba del segundo emperador mogol. A la salida “negociamos“un rickshaw para ir al complejo Qtub, el templo Lotus y los jardines Lodi por 500R. Vamos hacia el sur hasta Qtub, un conjunto de ruinas de la que fue primera ciudad islámica de Delhi. (Otras 500R c/u por entrar) De los diversos edificios y monumentos destaca el minarete Qutab Minar. Después de “pasearlo”, seguimos hasta la Casa de Oración Bahai, conocida como el templo del Loto. Este tiene entrada gratuita y está repleto de excursionistas. A pesar de ello el interior del templo es un lugar tranquilo donde descansar unos momentos. Marchamos por un tráfico densísimo hasta los Jardines Lodi, un parque inmenso donde se encuentran diversas tumbas en edificios de la dinastía afgana del siglo XV. El conductor del tuctuc intenta convencernos de seguir la ruta, como no lo consigue quiere cobrarnos más, obligándonos a amenazarle con llamar a la policía. Salimos de los Jardines y después de 20 minutos de caminata llegamos hasta la Puerta de la India para hacernos unas fotos. Este arco , memorial del soldado desconocido, es mucho más espectacular que el de Delhi y se encuentra ubicado en la Avenida Rajpath , amplia avenida donde se encuentran la residencia oficial del Presidente Indio, los edificios Norte y Sur, sedes de diversos ministerios y la Plaza de la Victoria. Desde allí marchamos en rickshaw hasta el Gurdwara Bangla Sahib, el principal templo Sij de la ciudad, todo construido en mármol y con diversas dependencias y una cupula dorada. Andando un rato llegamos al Templo Hindu Birla Mandir, dedicado al Dios Laxminarayan, con templos laterales dedicados a otros dioses, y fuentes y jardines. Estamos cansados, son más de las 4 de la tarde y no hemos comido, así que tomamos un rick que por 50R nos deja en el hotel. Entramos en el “cutre bar” a tomar una cerveza helada, antes de comer algo en la hamburguesería de al lado y sacar 10000R del cajero. Un ratito de descanso en la habitación hasta las 6 de la tarde, pagamos y el taxi de cortesía nos lleva hasta la estación Hazr Nizamuddin, desde donde sale nuestro tren a Khajuraho. Hacemos la espera en una sala destinada a los pasajeros de las clases superiores (tenemos billetes de AC2) pero que es bastante cutre y sucia. El tren llega casi en hora (sería el único de todo el viaje). Nos cuesta encontrar el vagón, ya que las indicaciones de los luminosos no tienen nada que ver con la distribución real del tren. Tras un viaje no excesivamente pesado, llegamos a destino a las 6,30 de la mañana, donde nos espera el transporte (150R) facilitado por el hostal, que hemos elegido por encontrarse casi en la puerta de los templos del oeste. Hay otros 2 grupos de templos en el sur y el este pero estos son los más famosos. Desayunamos y nos vamos a dormir un rato. Salimos a hacer un paseo por el pequeño pueblo, parando a almorzar en la Safari Kanteen por 375R unos espaguetis, arroz y kefta vegetal (muy rico).

A las 4,30 de la tarde vamos a la taquilla y pagamos las 500R para recorrer los 7 templos hinduistas de esta zona. Son P.H. desde el 1986 y se encuentran bastante bien conservados. Las esculturas que decoran los templos son de diverso tipo: figuras de animales, escenas de las actividades cotidianas, dioses y dibujos. Pero lo que caracteriza estos templos y por lo que se visita esta ciudad son las esculturas eróticas que en posturas de todo tipo evocan al Kamasutra. Recorremos los diversos templos de forma pausada, disfrutando del poco público que hay a esa hora, aprovechando la disminución de calor hasta la puesta de sol, hora en la que cierra el recinto. A las 7 ibamos a salir a pasear pero al ver que tienen cerveza en el hotel, decidimos quedarnos en la terraza y tomarnos un par de ellas. Nos las acompañan de Papadum, un pan delgado hecho con harina de lenteja u otras legumbres, muy sabroso. Empalmamos con la cena y nos retiramos a descansar. Desayunamos y pasamos la mañana tranquilamente, acercándonos a un templo al lado del complejo, donde hay una celebración de mujeres por un nacimiento. Almorzamos en el mismo lugar del día anterior, arroz y masala dosa de patata. Aunque a la hora de pagar los del hotel nos “informan” que al aeropuerto solo se puede ir en taxi por 450 R, nosotros salimos a la puerta del hotel y paramos un rick que por 100R nos lleva al pequeño aeropuerto. Tras 40 minutos de vuelo llegamos al aeropuerto de Vanarasi. Nos recoge un coche facilitado por el hostal (700R) y por carreteras infames y en un atasco inacabable llegamos a las cercanías del alojamiento tras casi hora media. Nos recibe el dueño y vamos andando por callejones hasta el hostal que, al estar cerca de un ghat, no se puede acceder en coche y menos en esos días que se celebra un congreso internacional budista. La habitación es muy, muy básica pero tranquila (2000R los 2 días), con una terracita enrejada para evitar la entrada de monos y casi al pie del ghat Dasaswamedh. Damos nuestro primer paseo por las orillas del Ganges, viendo como la gente se baña en unas aguas tremendamente contaminadas para “purificarse” y al regreso hacemos una cena vegetariana por 175R al lado del hotel. El desayuno lo hacemos en un resto con un aire acondicionado fortísimo en Dasaswamedh ghat road a base de parathas y sándwich de queso, antes de marchar hacia el templo Kashi Vishwanath o templo dorado. Se ubica en mitad de un laberinto de callejones tomados por múltiples controles policiales, y donde no se puede entrar ni con cámara, móvil, bolsos, bolis….y si eres “guiri” declarar que vas a rezar y dejar tu pasaporte. Como encima hay unas inmensas colas, pasamos y nos marchamos hasta encontrar el ghat Manikarnika. En el camino nos adelantan un par de muertos que son trasladados allí en unas camillas para su incineración. El espectáculo es impresionante: Cadáveres ardiendo, otros esperando su turno mientras las sempiternas vacas les comen las flores y telas y los perros deambulan alrededor a ver que cae….

Hacemos un almuerzo en un hotel en la abarrotada calle principal a base de champis a la brasa y arroz pulao. A las 5 de la tarde desde el hostal nos han buscado un barco para hacer una hora de navegación por 250R por cabeza (inicialmente nos dijeron 150R pero por lo visto “lo entendimos” mal). Salimos desde el embarcadero de Darbhanga hasta el de Raja y desde allí regresamos hasta el de Manikarnika, para ver desde el río las decenas de cuerpos que arden a la caída de la tarde. Volvemos al ghat de Dasaswamedh donde se celebra cada tarde una ceremonia de Ganga Aarti, un rito religioso hindú de adoración a la Diosa Ganga, con luces, fuegos y canciones, para lo cual los barcos se agolpan junto al embarcadero. Nos vamos a cenar al mismo sitio de la noche anterior (180R) y entramos en el vecino “Banalasi” para tomar un delicioso lassi de platano por 40 R. Volvemos al hostal para pagar el alojamiento, los taxis de i/v y el barco (3600R en total) Nos levantamos a las 10.Dejamos las maletas y nos vamos al Banalasi a tomar un delicioso desayuno con tostadas francesas. Andamos hasta el otro crematorio, el de Harishchandra Ghat y regresamos al Banalasi para un almuerzo ligero hasta la hora en que nos recoja el taxi. Ha llovido y las calles están todas llenas de barro. Tardamos hora y media en llegar al aeropuerto. Cuando llegamos nos ofrecen un vuelo que sale 2 horas antes. Aceptamos aunque a la llegada a Delhi no tendremos el pickup que nos pone el hotel. Así que cogeremos el metro. El hotel está cerca del anterior y es de la misma cadena. Nos ofrecen el taxi de Cortesía para el día siguiente. La cena la hacemos a base de unos deliciosos pollo piri-piri y al limón por 700R. Desayunamos y en el taxi facilitado por el hotel marchamos hacia el aeropuerto. Hay un atasco descomunal, nos bajamos en una parada del metro y en 10 minutos llegamos a la terminal internacional para iniciar nuestro viaje a Nepal. VER RELATO AQUI Llegamos de vuelta al aeropuerto de Delhi y tomamos el metro para 2 paradas después bajarnos y negociar un rick que por 170 R nos lleva a Nizamuddin, donde tenemos un tren a las 20,30h. Comemos unos trozos de pizza en un 24h anexo a la estación. Preguntamos en una taquilla qué vagón tenemos asignado (en primera no asignan compartimento hasta el día antes). El tren llega con 1 hora de retraso y con nuestro vagón en la punta contraria de donde indica. Será primera pero el vagón es cutre, cutre. A Amritsar hay menos de 500km, algo más de 12 horas, a donde llegamos con 2 h de retraso y nos recoge un coche del hotel (450R). El objeto de este trote es conocer el Templo Dorado, el lugar más sagrado para los Sijs. El Sijismo es la quinta religión del mundo con más de 30 millones de seguidores y en esta zona es la mayoritaria. La Religión Sij busca trabajar por la paz, propagando la armonía religiosa y ofrecer liberación espiritual a todo el mundo.

Así que dejamos las maletas en la habitación y marchamos hacia allí por unas calles casi todas en obras y sorprendentemente limpias. El templo está ubicado en una isla en el medio de un pequeño lago y es un lugar de peregrinación, abierto las 24 horas. Siempre hay miles de personas y a todo el que quiera se les ofrece, a cambio de la voluntad, comida y alojamiento. Para entrar hay que dejar los zapatos en unas enormes consignas que hay en las entradas, cubrir la cabeza con un pañuelo y lavarte los pies en unas pequeñas piscinas. Hacemos el recorrido disfrutando del recinto y no entrando en el Templo por las inmensas colas. Tomamos unos bocatas antes de ir a descansar al hotel hasta la puesta de sol, hora a la que volveremos al Templo para una visita nocturna. No entramos en el cercano Memorial Bath ya que está cerrando cuando pasamos. Tampoco vamos a hacer una de las excursiones típicas: acercarse a la frontera de Pakistan a ver el cambio de Guardia. Cenamos arroz y sopa en el hotel ya que estamos tocados de la barriga y nos retiramos a las 8 a dormir ya que a las 4 nos tenemos que levantar para tomar un nuevo tren. Previamente hemos pagado la cuenta para evitar perder tiempo por la mañana. A pesar de eso el recepcionista a la hora de salir pretende que esperemos. Al llegar a la estación llaman al conductor del rickshaw diciendo que no hemos pagado el taxi de la ida y que le demos el dinero al conductor. Vamos en un "rápido" que no lo es tanto, ya que las 6 h previstas se convierten en 7 y media. Nos sirven un desayuno (en 3 partes). Tomamos algo para almorzar en la estación de Delhi, antes de trasbordar en un tren que en 3h nos dejará en Agra Cantt. Nos recogen y llegamos a una casita con jardines, remanso de paz, al lado de las taquillas de la puerta Este del Taj-Mahal. La cena nos la ofrecen en el propio stay por 350R. Buenísima y adecuada a nuestros tocados estómagos. Nos vamos bien temprano a la cama ya que hemos decidido que al amanecer sacaremos las entradas (1000R) para acceder al Taj. Cientos de personas han decidido lo mismo, pero a las 6 y cuarto ya estamos dentro del recinto tras exhaustivos controles. Solo se puede entrar con cámara o móvil, el agua que te dan con la entrada y poco más.

Obra cumbre de la arquitectura mogol, el Taj Mahal (o Corona del Palacio) está considerado como uno de los más bellos edificios del mundo. Fue levantado por iniciativa del emperador Shah Jahan, en memoria de su esposa Muntaz Mahal. Para la construcción durante 22 años se emplearon veinte mil obreros y los materiales fueron traídos desde 300 kms. mediante 1000 elefantes. El mausoleo está emplazado en un jardín simétrico, cruzado por un canal flanqueado por dos filas de cipreses. Disfrutamos de 2 horas de visita a pesar de la mucha gente. Antes de las 9 estamos ya desayunando en el alojamiento, mientras hacemos la programación del resto del día. Tomamos un rick (150R) para ir al Taj Baby o mausoleo de Itimad-up-Daulah, al lado del río Yamuna. Pagamos 200R (al presentar las entradas del Taj-Mahal no cobran las tasas de ciudad en los siguientes monumentos). Mucho más tranquilo que el Taj, paseamos y - oh, sacrilegio- lo disfruto más que el grande. Marchamos andando los casi 2 km y medio que hay hasta el Fuerte Rojo. Pagamos las ya casi tradicionales 500R por cabeza, pasamos los controles y recorremos este Fuerte construido por los mogoles en el siglo XVI, destacable por el conjunto de Palacios y por poderse observar el Taj-Mahal desde un par de miradores. Andando volvemos haciendo una parada para almorzar (o al menos intentarlo, lo que nos pusieron estaba incomible). Té y galletas en la habitación para descansar mientras vemos unos capítulos de " Orange is The New black " hasta la hora de la cerveza y la rica cena. Nos levantamos tarde, un desayuno completo y rick (100R) hasta la estación de buses de Ugah, meternos en una tartana (40R) y hacer 40 Km en más de una hora hasta Fathepur Sikri, antigua capital mogol.(El taxi costaba 1000R). Vamos hasta la mezquita (entrada gratis y abierta a los no creyentes). Fantástica. Seguimos haciendo un recorrido por los Palacios (510R) construidos por el emperador Akbar para cada una de sus tres mujeres. El regreso, tras esperar más de una hora el autobús que supuestamente sale cada media, lo hacemos en otra tartana atestada. Hacemos una cena vegetariana riquísima..... y a dormir. A la hora de pagar no funciona el teléfono y tenemos que salir a buscar un cajero para poder pagar la estancia en efectivo. Saldremos a las 6 y media de la mañana y la amable propietaria del B&B nos ofrece prepararnos un box para el viaje. SEGUIR EL RELATO AQUI