AFICIONES Y VIAJES | CARTELES CURIOSOS | PLATOS VIAJEROS |
Mayo 2005 |
>Decidimos conocer la capital de Rusia, aprovechando la oferta por inauguración de los nuevos vuelos. Si llegamos a saber antes todo el papeleo para el visado que hay que hacer, lo mismo nos lo hubieramos planteado. La noche antes del viaje nos llama Iberia para comunicarnos que, por problemas de conexión, nos adelantan el vuelo a Madrid a las 6 de la mañana. Al menos tienen el detalle de ponernos en bussines. Sobre las 7 h., llegamos a la estación de Ismailovo Park, donde tenemos habitación en el hotel Alfa, uno de los 4 inmensos edificios construidos para los juegos olimpicos del 80 . Tras un rato en recepción nos sellan la visa de entrada (imprescindible para el regreso) y nos dan unos bonos que hay que presentar para poder acceder a los ascensores. Una vez que llegamos a la planta asignada (la 18) hay que entregar dichos bonos en otro mostrador donde nos dan una tarjeta para acceder a la habitación.
|
Ya que no oscurece hasta casi las 10 y media, salimos a dar una vuelta por los alrededores y entramos en un bar muy animado para tomar una cerveza. Seguimos paseando y encontramos una "taberna" en el edificio Delta- Gamma en donde cenamos. (La carta en inglés, muy buena la comida y bien de precio. Repetiremos todos los días). Nos retiramos a dormir. En esta época a las 5 empieza a amanecer y a las 7 ya hay (aunque es domingo) bastante gente por las calles. Vamos a desayunar y nos dicen que no está incluido. Trás un rato en recepción localizan el voucher, comprueban que sí está incluido, nos cambian los pases y podemos pasar al inmenso buffet: Gran variedad de platos de carne, pescado, ensaladas, distintos tipos de yogur.... Curiosamente los zumos son de pago. Sorteando las colas que hay en las 5 taquillas abiertas, tomamos el metro para ir a la Plaza Roja. Vamos parando en las estaciones del camino para verlas y tomar fotos. En la capilla de la entrada a la Plaza están de oración, igual que en la preciosa iglesia de Nuestra Señora de Kazan, en la que los rayos de luz y el incienso crean un ambiente especial. Nos vamos a la otra entrada de la plaza para hacer cola en los controles de acceso al mausoleo de Lenin. En el trayecto y en su interior no menos de 20 policias. Está perfecto, como recién fallecido, claro que le echan líquido momificador todas las semanas y lo lavan y cambian de ropa todos los meses.
|
Seguimos caminando y pasamos por la Biblioteca Lenin y el Museo Pushkin hasta llegar a la reconstruida Catedral del Cristo Salvador. Casi todas las iglesias, a diferencia de en la mayor parte de los paises europeos, son de acceso gratuito. Buscamos un sitio donde comer, cosa dificil en la zona en que estamos, haciéndolo en un cafe bar, muy de diseño, en la parada del metro. (Muchas de las paradas del metro tienen galerías o pequeñas tiendas). Nos cuesta hacernos entender y tomamos unos bocatas de salmón. Seguimos hacia el río Moskva, cruzamos el nuevo puente de la catedral y descubrimos la oculta y pequeña iglesia de S. Nicolás Berseneve, que parece de caramelo, cerca de un embarcadero en donde tomamos un barco crucero. Entramos en el metro, haciendo paradas en todas las estaciones de la linea circular (algunas realmente preciosas) hasta hacer trasbordo en la 3 que nos lleva de regreso a nuestro hotel
|
Tras la cena en la "Taberna" y curiosear en algunas tiendas (24h) nos vamos a dormir. Tras desayunar tomamos el metro hasta la parada Lenina para sacar las entradas para la visita al Kremlin, cosa imposible el domingo por las grandes colas. Accedemos al inmenso recinto amurallado, dividido en dos partes: la turística y la de oficinas del gobierno. Entramos primero a una pequeña exhibición de trajes, armas y objetos de época en la torre Belfry, junto a la inmensa campana de 200 toneladas, para marchar después a la iglesia del manto de la Sagrada Virgen y a la catedral de la Asunción. Nos gustan mucho los frescos que no dejan ni un espacio libre en columnas y muros. Tras visitar la catedral del Arcangel y la de la Anunciación (en la que una coral interpreta un breve concierto) damos un paseo por los jardines hasta volver al Palacio del Patriarca. La salida la hacemos por la puerta de la Armería. Bordeando las murallas volvemos a la plaza Roja para pasear por ella, ya que al estar cerrado el mausoleo de Lenin están abiertas las barreras que normalmente la cierran, y acercarnos a los pies de la famosa catedral de San Basilio y tomar unas fotos. Buscamos un sitio donde comer algo y después decidimos ir al Jardín Botánico, cosa que no logramos ya que no encontramos indicaciones para ello.
|
Antes de volver al hotel recorremos las cuatro o cinco estaciones que nos faltaban por conocer de la circular. Por la mañana, tras el desayuno nos acercamos al vecino mercadillo de artesanía de Izmailovo (con pocos puestos abiertos ya que están reparando las instalaciones de un reciente incendio), compramos unas botellas de vodka, recogemos el breve equipaje y nos vamos al centro. Paseamos de nuevo por la plaza Roja y los espectaculares almacenes GUM, cruzamos el río hasta Tretyakov, donde al lado de una iglesia casi en ruinas, almorzamos (de primero unas típicas sopas rusas), compramos unas cervezas para la colección de etiquetas y tabaco (¡ a 70 centimos el paquete!) y nos vamos a tomar el tren al aeropuerto. El comandante del vuelo de regreso,que va lleno de rusos borrachos que no paran de incordiar con los moviles, da una información completísima que incluye hasta de la cantidad de combustible que va a consumir el avión. Cansados pero satisfechos regresamos a casa.
|