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octubre 2016
Aprovechando nuestra estancia en India, vamos a hacer una escapada al vecino Nepal para conocer el Valle de Katmandu, donde se encuentran siete conjuntos de monumentos y edificios declarados Patrimonio de la Humanidad en 1979. Hacemos un vuelo desde Delhi de hora y media de duración en un bajo costo con Indigo hasta su pequeño aeropuerto, situado en un valle a 1300 mts de altura, llegando a las 2 de la tarde (En Nepal son 15 minutos más que en India).
Hacemos los trámites pertinentes para obtener el visado (de forma electrónica en una máquina que nos hace hasta las fotos), vamos al mostrador de pago (50USD) y pasamos el control de entrada. Dejamos las cosas y nos vamos por Lazimpat Road a buscar un cajero para sacar 10000 rupias nepalesas. Almorzamos unos sabrosos rollos de pollo y de vegetales, observando ya que aquí las cosas están más caras que en India.
Andamos hasta la zona de la plaza Basantapur (Durbar) por unas ajetreadas calles.
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Un desayuno muy variado y completo en un amplio salón a las 9 y media nos deja listos para empezar el día. Andamos hasta la plaza Durbar por unas calles aun sin animar. Sacamos las entradas para hacer la visita de esta zona, bastante afectada por el terremoto de 2015, ya que varios de sus templos principales se vinieron abajo y otros se mantienen en pie apuntalados.
La plaza data del siglo XVII y es el lugar donde se coronaba a los reyes y donde se encuentra el Palacio que le da nombre (Durbar significa Palacio)
En la parte sur de la plaza del Maju Dega, conocido como el templo de los hippies, solo se mantienen en pie sus nueve escalones.
A la salida vamos a la oficina turística para entregar una foto y con el pasaporte y el tike de la visita sacar el pase para los nuevos accesos a la plaza. Damos la vuelta por la parte inferior del templo hasta llegar al río Bagmati, donde están preparando varias cremaciones. Lo cruzamos y subimos a la zona de los monos y los santuarios de Shiva, donde vemos varios sadhus alojados.
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Seguimos por la empinada escalinata hasta alcanzar la explanada de los templos, donde se ubican cerca de 50 edificios de arquitecturas diversas y en donde destaca el templo de Gorakhnath. Descendemos hasta el templo Guhyesgwari, caracterizado por las serpientes doradas en el tejado y su colorida puerta y cruzamos un puente para seguir todo recto hasta conectar con la calle principal del barrio (Boudhadwar Marg), la cual en apenas 20 minutos andando nos lleva a la estupa de Bodanath(250R).
Esta zona es la que más nos gusta del día, a pesar de hallarse en plena restauración. Es un conocido centro de peregrinación, construida en el año 600, rodeada de monasterios y talleres donde se fabrican lámparas de mantequilla.
Almorzamos en las cercanías unos momos de patata y de búfalo por 340R, antes de tomar un taxi (250R) para regresar al hotel.
Salimos para ver la plaza Durbar por la noche. Desilusión: sin controles en los accesos, llena de gente, sin iluminación apenas….
Regresamos por las calles de Thamel, donde aún siguen abiertas las tiendas de falsos North Faces.
Desayunamos a las 9,30h y salimos a caminar. Los taxistas a los que preguntamos nos piden entre 1500 y 2000R por llevarnos a Bhataphur. Nada más ver la plaza, nos parece más interesante que la de Katmandu: algunos templos están apuntalados, pero casi todos se mantienen milagrosamente en pie. Una veintena larga de templos, estupas, columnas y otras construcciones se distribuyen en ella.
Latlipur o Patan (también conocida como “la ciudad de los tejados de oro"), es una de las ciudades budistas más antiguas que existen en el mundo.
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En el interior hay tres patios interiores o chowks, conectados entre si con bonitas columnas de madera tallada. En uno de ellos, el Sundari chowk destaca el baño real, una fuente de piedra excavada en el suelo con una rica decoración tallada en piedra que hacía las veces de bañera para los monarcas. Esculturas de Nagás, serpientes de la mitología hindú generalmente con torso y cara humana, rodean la pequeña piscina real. Recorremos las amplias y bien expuestas colecciones distribuidas en tres plantas del museo antes de salir de nuevo a la plaza Durbar para pasar por los santuarios dedicados a Shiva, con una colección de tallas de madera con representaciones de las posturas del Kama Sutra; y el de Krishna, uno de los primeros edificios de piedra construidos en el país.
También se encuentra en la plaza el Templo Dorado, singular edificio organizado en torno a un bahal, patio típico del lugar, llamado así por el color de su tejado.
Para el regreso conseguimos un taxi por 350R, pero dejándonos en el templo budista de Swayambhunat (el templo de los monos). Nos deja por la parte de atrás, donde la escalera es menos larga y empinada. Pagamos 250R para llegar a la gran estupa con 4 rostros de Buda en cada una de las caras.
A la salida nos entra un taxi y finalmente acordamos que nos lleve a Bhaktapur, ida y vuelta con espera por 2000R.
Esta ciudad se encuentra a 15 kilómetros de Katmandú, y se conoce como la Ciudad de los Devotos, significado sánscrito de su nombre. La plaza de Bhaktapur Durbar es un conglomerado de pagodas y templos de estilo shikhara agrupados en torno a un palacio de 55 ventanas hecho de ladrillos y madera. |
Vamos primero a la Puerta Dorada, coronada por las figuras de la diosa Kali y de Garuda y adornado también con monstruos y otras criaturas míticas. La puerta es la entrada a un patio donde se encuentra un templo, (en el que solo pueden entrar creyentes) y un estanque decorado con serpientes. Justo al lado se encuentra el antiguo Palacio Real de los Reyes Malla. Entre las paredes de ladrillo, se encuentra una galería o mirador con cincuenta y cinco ventanas, considerado como una obra maestra en la talla de madera. Enfrente se encuentra la estatura del rey Bhupatindra Maila. También se encuentran en esta plaza el Museo Nacional de Arte , al que se accede por la puerta de los Leones y los templos Siddhi Lakxmi, Vatsala y Pashupatinah con unas tallas de parejas, tríos y personajes solitarios de marcado carácter erótico. Seguimos a la plaza Taumadhi Tole, una de las más hermosas de la localidad, todos sus edificios y templos se salvaron del terremoto. Alli se encuentra Nyatapola, una pagoda de nueve plantas que es la más alta de Nepal con una bella escalera flanqueada por leones, elefantes, grifos y diosas. En sus cercanías se encuentran los templos de Bhairabnath y Til Mahadev Narayan.
Seguimos dando un paseo hasta el barrio de los alfareros a una plaza llena de recipientes de barro. Como vemos que nos va a faltar dinero, sacamos 2000R para tomar unos espaguetis en un italiano y marchar al hotel a descansar del ajetreado día. La cena (con gintonic previo) la hacemos en el resto del hotel. Desayunamos y pagamos la estancia antes de tomar un taxi, que al ser domingo y no haber casi tráfico en un ratito nos deja en el aeropuerto para pasar una serie de reiterados controles antes de embarcar de vuelta a India.
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