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julio 2015
A diferencia de otros años, en los que siempre hemos tomado nuestras vacaciones en el mes de octubre, este año hemos decidido hacerlas en Julio, ya que vamos a ir acompañados por un profesor y su marido y éstos solo las pueden tomar en dicho mes. Ello a pesar de que en nuestro primer destino, Nueva Zelanda (después seguiremos a Vietnam), es pleno invierno. Programamos la ruta y realizamos las compras previas: billetes de avión y tren , alquiler de una caravana para 4, seguros , hoteles en las escalas (Bangkok y Madrid). Todo ello nos supone un gasto en torno a los 1.800 € por cabeza. Cuando ya queda poco para la fecha de salida la embajada de NZ comunica que no autoriza el visado de Ricardo. Al ser colombiano le es imprescindible, así que no podrá venir con nosotros a las antípodas. Su marido decide que continúa con el viaje y se viene con nosotros. El día 1 tomamos el Ave a Madrid, tomamos unas cervecitas en Atocha y seguimos a Barajas para tomar el vuelo de Emirates de las 22h. hacia Dubái. A las 7 de la mañana enlazamos con otro vuelo que, con escalas en Bangkok y Melbourne nos dejará a las 2 de la tarde (hora local) del día 3 en Christchurk, la ciudad más grande de la Isla del Sur. Lo primero que hacemos, tras pasar los farragosos procedimientos de entrada, que incluyen revisión (y en su caso incautación y multa) de equipajes para que no entre en la isla alimento alguno y de botas para que evitar introducción de “tierras contaminadas”, es comprar una tarjeta telefónica para no quedar incomunicados. La de la compañía 2degrees que es la más completa no nos vale, así que adquirimos la de Vodafone que cuesta 10 € más. La estrenamos llamando a la compañía de campervans (Wendekreisen) para que nos recojan. Nos indican que cojamos un taxi que ellos se hacen cargo del pago. Así lo hacemos y en 10 minutos nos están explicando las características y el funcionamiento de la caravana. A pesar de ser para 4 personas y ser solo 3, al final se nos hará demasiado pequeña para una ruta de 15 días.
Hemos decidido no pasar la primera noche en Christchurch, ya que, por lo que hemos leído , no tiene mucho interés y quedan muchas zonas afectadas por el terremoto de 2011. Ponemos en marcha el GPS del móvil para iniciar camino, mientras nos vamos adaptando a la conducción por la izquierda, hacia Rakaia. Hacemos el camino bajo una lluvia intermitente. Antes de ir al camping paramos en un super para hacer la compra para la cena. Como no hemos tenido ocasión de cambiar pagamos con la tarjeta, (cosa que se puede hacer en casi todos los sitios).
Pagamos los 52 NZ que nos cuesta estacionar la caravana en el camping Rakaia River y tras una ducha con agua hirviente y una cena ligera nos retiramos a dormir.
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Cuando amanece estamos ya haciendo el desayuno para iniciar la ruta. Nuestra primera parada la hacemos en Ashburton para hacer una compra amplia en un supermercado Countdown y cambiar a dólares NZ. Seguimos la ruta de 140 kms disfrutando del paisaje hasta que llegamos al lago Tekapo. Damos un paseo por sus márgenes, antes de ir al monumento al perro y la pequeña capilla del Buen Pastor que su ubica en su misma orilla. Seguimos hacia el lago Pukaki, donde paramos a comer al lado del centro de información, con unas vistas extraordinarias del lago y del monte Cook en la distancia. Pasamos Twizel y varios lagos dedicados a la cría y pesca del salmón, camino de Omarama, que es donde habíamos pensado pasar la noche. Decidimos seguir un poco mas, bordeando los lagos Benmore y Aviemore, (fantásticas las fotos a la caída de la tarde) hasta llegar casi oscurecido al Holiday Park de Kurow. Ubicamos la caravana al lado del rio y subimos al bloque de cocina y baños, donde encontramos un grupo preparando la “cena de navidad”, todos con sus gorros, decoración, canciones … como si verdaderamente estuviéramos en diciembre. Juanjo y yo salimos a dar una vuelta por un pueblo desierto (son las 6 de la tarde) hasta llegar a un bar donde hay algunas personas, nos tomamos una cerveza local y regresamos a hacer la cena en la caravana.
Tras recargar agua y vaciar depósitos reanudamos ruta hacia la costa. Llegamos a Oamaru, y aparcamos (sin problema al ser domingo) en la zona histórica, donde vemos diversos edificios coloniales como el Banco Nacional o la iglesia anglicana. Paramos un rato en el puerto decidiendo si vamos a ver una colonia cercana de pingüinos azules, pero como no está debidamente indicada, decidimos desistir y hacer los 40 kms que nos separan de la playa de Koekohe, donde se encuentran las Moeraki boulders, unas curiosas piedras redondas de entre 0,5 metros a 2,2 metros de diámetro y que pueden llegar a pesar hasta siete toneladas. Según las tradiciones orales de la isla los Moeraki son piedras sagradas (si sobre alguna de las piedras ubicamos una brújula, ésta comienza a dar vueltas sin parar.)
Cuando amanece el día sigue desapacible. Desayunamos y marchamos a Invercargill, la ciudad situada más al sur de Nueva Zelanda. Tiene abundantes edificios de estilo victoriano, eduardiano y Art Déco, los cuales, a pesar de los muchos soportales, no podemos observar adecuadamente por la incesante lluvia. Antes de marchar pasamos por un amplio templo masónico de los muchos que iremos encontrando. Seguimos hacia Te Anau con la intención de llegar a las cercanías de Milford Sound, donde hemos reservado un crucero por el fiordo para el día siguiente. La lluvia cambia por nieve una vez pasado Te Anau, hasta que llega un momento en que, pasado Knobs Flat aparece un cartel de carretera cortada .
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Al despertar pagamos el camping, comprobamos las previsiones del tiempo que indican nevadas durante al menos 2 días más y que la carretera va a continuar cerrada y emprendemos camino hacia Queestown. Hacemos la primera parte de los 180 kms con bastante dificultad, ya que las carreteras están heladas. Cuando llegamos a la “capital de los deportes de riesgo” aparcamos y nos dedicamos a pasear por el borde del lago Wakatipu, aprovechando los primeros rayos de sol del día. En el camino habíamos pensado pasar por el pueblo minero de Arrowtown, pero la carretera está cortada por nieve. Seguimos ruta hacia Wanaka , con parada en el Bungy Brydge, un puente sobre el río Kawarau, donde se inventó el puenting. Estamos un rato observando varios saltos y seguimos. En Wanaka reponemos gasolina y rellenamos la bombona de gas, antes de salir hacia el lago Hawea. Llegamos a Makarora y encontramos un camping y ahí estacionamos nuestro vehículo. aunque inicialmente se produce un momento de mal rollo al negarme a estacionar la caravana en un terreno enfangado. No hay nadie a la llegada ni lo habrá a la salida, así que nos sale gratis pasar la noche.
Al día siguiente, nada más iniciar el recorrido, entramos en el Parque Nacional Mount Aspiring. La carretera sigue siendo bastante revirada, cosa que no nos importa en demasía por los bellos paisajes de bosques y cascadas que tenemos durante todo el camino. Llegamos a la costa del mar de Tasmania, parando en las cercanías de Haast en Ship Creek para una caminata por la playa.
Seguimos unos 100 Kms más hasta hacer un alto en el camino para unas fotos con el monte Cook de fondo, un poco antes de llegar al glaciar Fox y 25 kms después al Franz Joseph Glacier.
Desayunamos, descargamos depósitos, repostamos agua y hacemos hora y media de camino para llegar a Pancake Rocks, en las cercanías de Punakaiki. Previamente hemos parado en el pueblo de Greymouth, el mayor pueblo de la zona con 13000 habitantes, para “reponer la despensa”.
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Por tanto el día siguiente lo dedicaremos a ir hasta Picton para tomar el barco que atraviesa en algo más de 3 horas el estrecho de Cook para trasladarnos a la isla Norte. Al final hemos estado 2 días menos de los programados en la isla sur, por tanto decidimos hacer la ruta en la isla norte de forma más pausada. Lamentablemente no será posible por la tensa situación que tendremos un par de días después.
Después de una ajetreada travesía por lo movido que esta el mar fuera del fiordo , llegamos a Wellington, capital de Nueva Zelanda, desembarcamos y nos vamos a un parking de caravanas en el mismo centro de la ciudad. Nos cobran 50 NZ, a pagar obligatoriamente con tarjeta de crédito.
El primer día de ruta en la Isla Norte vamos a hacer un poco más de 300 Kms para llegar a Turangi. Lo más interesante lo encontramos en la parte final de la ruta cuando se empieza a ver el monte Ruapehu y el volcán Tongariro, cubiertos de nieve. El paisaje de este Parque Nacional se utilizó para recrear la Tierra de Mordor, en la trilogía “El Señor de los Anillos”.
Se presenta un luminoso domingo cuando marchamos a hacer la caminata en Tokaanu. Nos encanta el paisaje y la soledad en que lo recorrimos. A continuación marchamos a la carretera 47 para rodear el lago Rotoaira y circular por la base del Volcan Tongariro. Seguimos hacia el lago Taupo, el más grande de NZ, y llegamos al pueblo del mismo nombre, un centro turístico de actividades volcánicas y geotérmicas. Seguimos para hacer la parada del almuerzo en Wai-o-Tapu, un “parque” geotermal famoso por un lago de colores y por su géiser. Cuando leemos en la puerta que el géiser “funciona” diariamente a las 10,15 h. nos queda claro que pasamos de pagar 35 dolares NZ por cabeza cuando ya ha pasado la hora de un “espectáculo” que se produce de forma tan puntual porque añaden jabón y otras sustancias al agujero del géiser para que este colapse y erupcione a esa hora. Más artificial imposible. |
Seguimos, por tanto, hacia Roturua para buscar el Holiday Park Kiwi Paka. Nos cuesta encontrarlo, ya que lo ha cogido otra empresa y le han cambiado el nombre. Deberíamos haber seguido a los campings de los lagos Azul y Verde, en las cercanías del pueblo, ya que una vez pagado nos damos cuenta de que las instalaciones de este son un poco cutres. Como no está muy lejos del centro, salimos a dar un paseo atravesando el Kuirau park (también con fumarolas y estanques de agua caliente) hasta llegar a las orillas del lago, al Lakefront, donde hay bastantes personas aprovechando las últimas horas de luz del domingo. En un lateral encontramos expuesta una Waka Taua esculpida y decorada (canoa de guerra) que mide casi 40 metros. Paseamos hasta la oficina de información turística- estación de autobuses, ubicada en un bello edificio y regresamos por las, ya desiertas, calles al camping para cenar.
El lunes amanece con una situación bastante desagradable, que marcará el resto del viaje: En el momento que regreso de la ducha me percato que Juanjo ha abierto el desagüe de la caravana, encharcando los alrededores donde se ubican un par de tiendas de campaña. Lo critico por esa imprudente actuación pero, en lugar de asumir el erróneo acto, empieza a despotricar y a dar voces, creando una situacion tremendamente violenta.
Regresamos a Matamata para proseguir hacia Tauranga, a donde llegamos a la hora del almuerzo. Aparco en el paseo marítimo, Juanjo se va “ de compras” y nosotros a un restaurante de pescado muy concurrido de público, donde tenemos que esperar más de media hora a que nos den nuestros “cartuchos” una vez pedidos y pagados.
Al día siguiente iniciamos el camino por la Península Coromandel, donde habíamos previsto estar 2 días.
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Visto el ambiente existente anulamos el resto de la programación y marchamos hacia Auckland, la ciudad más grande de la isla. Acordamos que en el camping nosotros cogeremos una cabina y que Juanjo se quedará en la campervan. Cuando llegamos no hay cabinas libres, así que nos toca pasarlo juntos en la caravana. En el momento de estacionar y mientras Jorge me indica las maniobras, Juanjo se baja y recibe un golpe. Me acusa de haberlo hecho intencionadamente. Surrealista. Así que recogemos nuestras pertenencias y vamos a recepción a preguntar por algún hotel. Nos indican que cabinas no hay pero que “units”, a 70 € la noche, sí. Aceptamos aliviados y nos vamos a nuestro alojamiento para las próximas 3 noches a relajarnos por fin.
Los dos siguientes días lo pasaremos trasladándonos diariamente al centro de Auckland en el bus que pasa prácticamente por la puerta del “Remuera Motor Lodge”.
Amanece un día sin lluvia pero fresco, desayunamos y vamos en bus hasta Newmarket para recorrer todo Parnell road y ver sus construcciones victorianas. Entramos en el edificio nuevo de la Holy Trinity Cathedral (el antiguo lo mantienen cerrado) y andamos algo mas hasta el parque Te Taou Res, al lado de la estación de tren.
A las 7 de la mañana desayunamos, preparamos las maletas y volvemos a la caravana para limpiarla y prepararla para su devolución. Cuando llegamos vemos que la limpieza ya la ha hecho Juanjo, así que vaciamos el depósito del wáter e intentamos arrancar el vehículo, pero no hay forma. Hacemos el intento haciendo un puente con las baterías de otros vehículos, pero nada.
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