Octubre 2009

Como desde Málaga los vuelos directos en esta época se reducen a 2 a la semana y encima a precio no muy económico y como hay desde Madrid vuelos con Iberia a 225 € i/v decidimos irnos unos días a Polonia antes de que empiece el frío de verdad. Como el vuelo sale a las 10,30 h. y el AVE llega a las 8,30 h. optamos por irnos el día antes en bus que llega a las 6 h. y nos da más seguridad de llegar a tiempo, aunque sea más cansado. El vuelo sale en hora y 4 h. después aterrizamos en el aeropuerto Federico Chopin de Varsovia, donde no pasamos control alguno. Cambiamos muy mal a 3,5. El cambio real está a 4,2, por lo que perdemos casi 50 € . Compramos los billetes (2,50 slt) y tomamos el bus 175 al centro y antes de llegar a la Estación Central nos bajamos al lado del hotel que tenemos reservado. Nos asignan una habitación que da a las vías, así que pedimos que nos la cambien y salimos a dar un paseo bajo la breve lluvia que cae. En la estación, con no poca dificultad nos hacemos entender en una de las muchas taquillas, y conseguimos unos billetes para ir a Cracovia al día siguiente. En los trenes “rápidos” (3 horas) el trayecto cuesta 82Slt más 15 Slt por reserva de asiento. Tras tomar unas cervezas de medio litro (6slt) en una taberna típica entramos en el gran centro comercial de al lado de la estación y salimos por la puerta que da al Palacio de la Cultura que apenas se distingue en la niebla. Marchamos hasta la C/ Krakowskie frente a la Universidad Warsszawski para hacer una cena a base de sopa polaca, pato asado y codillo en un agradable restaurante y nos retiramos pronto a descansar.

El día vuelve a amanecer lluvioso y con niebla. Hacemos el desayuno enfrente del hotel, ya que no en éste no lo tenemos incluido: expresos y bocata mozarella por 20 Slt. Después de buscar datos en internet y mirar el correo dejamos las maletas en recepción y nos vamos a pasear en el entorno del inmenso Palacio de la Cultura. En un lateral está señalado donde se ubicaba el muro que aislaba el gueto. Marchamos a la plaza Grzybowski donde hay una iglesia con Woitila a la puerta, (es día de bodas, las había en las 3 que entramos) y a la sinagoga ortodoxa. Por la calle Krolewska bordeamos el parque Saski hasta el monumento al soldado desconocido. Entramos en la calle Krakowskie frente al Palacio Presidencial para llegar hasta un mercadillo de productos típicos polacos cerca de la plaza Zamkowy, que es la entrada al restauradísimo (y precioso) Stare Miasto. Allí se encuentran el Castillo y el Palacio Real y unos lugares encantadores en el entorno de la plaza Rynek. Como hay que recoger las maletas y almorzar damos un paseo rápido y nos vamos . El almuerzo, gulash y bigos (col con carne y champiñones) lo hacemos en uno de los cientos de bares de la estación antes de tomar el tren de las 15 h. a Cracovia, a donde llegamos un poco antes de las 18 h, ya bien oscurecido. Tras un rato intentando aclararnos con que tranvía tomar para llegar a Kazimierz y en cual de las 3 paradas que rodean la plaza de la estación hacerlo, sacamos los billetes (2,5 slt) y en 4 paradas el 19 nos deja al lado de nuestro hotel (Cesceja). Salimos para la cena a la cercana plaza de Nowy, llena de sitios de copas y comida y gente joven. Cenamos unos piroggi ruski (ravioli de queso y patata), sandacz (lucio perca), cerdo y pastel de queso en Studnyz por 102 slt y nos retiramos a descansar.

Amanece un día ya sin niebla ni lluvia y al ser último domingo de octubre con una hora menos. Desayunamos (bastante completo), dejamos las maletas en recepción y nos vamos a recorrer el antiguo barrio judío, en el que al final abundan más las iglesias que las sinagogas. Las iglesias parecen que tienen misa en sesión continua, no hay casi ninguna en que no entremos (y lo hacemos en un monton) que no este en pleno acto y con overbooking. Entramos en la iglesia agustina de St Caterina y en la de S. Miguel, antes de ir a la plaza Holnica, donde está el Museo Etnográfico. Nos acercamos al río, pasando por la iglesia de Bonifratow y la del Corpus Cristhi. En la plaza Nowy pasamos por un mercadillo de ropa vieja camino de las sinagogas Kuka, Isaac, Wisoka y Vieja. Vamos al cementerio viejo y al nuevo, en donde entramos tras ponernos las correspondientes kipas. Abandonamos Kazimierz para, por la calle Sienna, entrar en el Stare Miasto, en la inmensa plaza del Mercado. Por la calle Florianska llegamos hasta las murallas y la barbacana. Seguimos por Matejki hasta la iglesia Floriana. En frente del monumento a Grunhald entramos en el restaurante Jagienka donde nos tomamos el menú del día (sopa y un inmenso filete empanado con pure y col) acompañado por litro y medio de cerveza por 43 slt los dos !!!

Volvemos a la plaza Central pasando por la zona universitaria y el Palacio Stuki. Entramos en la iglesia de Sta Maria, en la de Sta Marta, en la de los dominicos, en S Pedro y S Pablo, en la capilla de las clarisas de S Andrés. Saturados de tanto cura vamos al Wawel para subir al castillo e irnos después a coger las maletas para cambiar de hotel (tenemos 2 noches en el Kazimierz anex) antes de que oscurezca (a las 4,30h. con el cambio de hora) . Salimos para dar un paseo por el centro (poco iluminado) y hacemos la cena en un local de 1899, el “Polakowski” donde por 36 slt tomamos pavo con boletus, golabki (arroz y carne envuelto en hoja de col), sopa y cervezas . Tras el desayuno y sacar los tikes (3slt) en una máquina tomamos el bus 304 al lado del hotel para llegar a las minas de sal de Wieliczka en 20'. Cobran 49 slt (con guía polaco) por persona más 10 slt por cámara (nada necesario ya que nadie lo controla). Es una visita de más de 2 h. recorriendo una mínima parte de las galerías excavadas. Interesante. Al regreso paramos para almorzar y visitar el barrio de Podgorze en el otro lado del río Wisla, donde los nazis ubicaron el gueto, pero nos cuesta encontrar los restos del muro por su mala señalización. Cuando lo hacemos empieza a llover, así que regresamos al hotel pasando cerca de la fábrica de Shindler. Salimos a dar una vuelta y a cenar donde la noche anterior para regresar bajo una persistente llovizna al Anex.

Amanece con un poco de sol y nos vamos andando a la estación para tomar el expreso de las 9h. a Varsovia. Llegamos a las 12 y tras un rato buscando la parada el 501 nos lleva al hotel Portos, en un conjunto de hoteles estilo soviético a unos 5 km del centro. Dejamos las maletas y nos vamos a comer al Centrum, en el Sphinx. Marchamos a ver el casco antiguo, pero como ya ha oscurecido y está bastante mal iluminado al rato tomamos el E2 que en un salto nos lleva al hotel. La cena la hacemos a base de pizza frente al conjunto hotelero. Un gin tonic en el bar del hotel y a dormir. Una vez desayunados, marchamos a dejar las maletas en la estación para ir al Stare Miasto, subir a una torre que nos ofrece una gran perspectiva de casi toda Varsovia y pasear por sus calles. A las 12 h vamos a retirar el equipaje y a tomar el 175 para ir al aeropuerto para volver a Madrid, donde llegamos a la 18h . Bus y a casa.