LA PAGINA DE ENRIQUE LUIS : RELATO DE VIAJE A PRAGA 
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Enero 2005


Un vuelo de bajo coste de Smats Wings (90 € i/v) nos acerca en dos horas y media desde Madrid a Praga para pasar unos fríos de enero en esta bella capital centroeuropea .
A la llegada y cambiar en el propio aeropuerto (sale muy desfavorable, así que es conveniente cambiar allí lo menos posible y ya pasados los controles) adquirimos una tarjeta de transporte público para tres días y tomamos el bus 100 hasta la boca de metro de Zlicin, que nos lleva directamente hasta Národní, que es donde hemos reservado un apartamento a traves de internet.
Es una muy buena ubicación al lado del Teatro Nacional, en pleno casco histórico.

Tras descansar un rato, salimos a hacer una temprana cena (son las siete, pero en esta época del año a las cuatro y media ya es de noche) .
En el edificio de al lado del apartamento encontramos la Krusovická Piunice, un lugar en el que repetiremos otras veces , ya que la comida es muy buena y muy barata y el ambiente muy agradable .


barrio del castillo

El aire cortante nos recibe al salir a desayunar en una panadería. Debemos estar a tres o cuatro grados bajo cero. Cogemos un tranvía que nos deja a lado del puente Manesuv. Empiezan a caer unos copos que no acaban de cuajar.

Atravesamos los 515 mts del puente de Carlos, con su más de 30 estatuas , hasta llegar a Mala Strana (el barrio pequeño). Cerca del puente está una iglesia que aloja el conocido niño Jesús de Praga .
Seguimos hasta la Iglesia de San Nicolás y , tras subir unas largas escaleras, hasta la plaza del Castillo, en donde están montando unas rampas para un concurso de descenso en patines sobre hielo .

Entramos en el castillo y sacamos una entrada de circuito completo (no merece la pena ya que la exposición de la Torre de la Pólvora y del Palacio Real son perfectamente prescindibles).


fachada en la plaza Venceslao

Entramos primero en la catedral gótica de San Vito, que es de visita libre, excepto la parte trasera del altar y la zona de las tumbas de los reyes. Hacemos un recorrido en torno a la misma disfrutando de sus magnificas vidrieras y gárgolas.

Seguimos visitando el Antiguo Palacio Real y sus exposiciones. Nos quedamos sin batería en la camara, así que decidimos bajar hasta la plaza Malonstranské para tomar un tranvía y coger una recargada de la habitación y almorzar.
A la salida del castillo coincidimos con el cambio de guardia.

Regresamos tras comer para continuar la visita a la Torre de la Pólvora , el monasterio de San Jorge y la Callejuela de Oro, conjunto de casitas al lado de la muralla donde trabajaban los artesanos del castillo.
Salimos del castillo hasta el Loreto , una iglesia barroca con un campanario de 27 campanas que cada hora tocan un himno mariano.


la Callejuela de Oro

Al regreso y tras tomar un Grog para entrar en calor, nos quedamos un rato viendo la competición de descenso de patines. Ya ha casi oscurecido, así que regresamos por la calle Nerudova hasta el tranvía y nos retiramos.
Tras un rato de descanso salimos a callejear, llegando hasta la Plaza de la Ciudad Vieja, que nos encanta, a pesar de su pobre iluminación. Mientras esperamos que el famoso reloj astronómico dé las horas pruebo el típico vino caliente. Recorremos las calles de alrededor de la plaza, disfrutando de los magníficos edificios que hay por toda la zona.

Hacemos la cena en una típica taberna, una antigua posada con varios siglos de existencia :U Meduidkú en la calle Perstyne (una bocacalle de la Narodní). Tras probar una absenta nos retiramos a dormir.


cementerio Josefov

Tras desayunar pillamos un tranvía y nos bajamos en el puente Cechuv para recorrer el barrio judio.
Enfilamos por la Calle París, zona de comercios de lujo y pasamos por la Sinagoga principal, la Vieja-Nueva, la más antigua de Europa Central.
Nos dirigimos hacia el antiguo cementerio judío del siglo XV que en un pequeño espacio agolpa 12000 tumbas, sin caer que es sábado y que está cerrado. Damos una vuelta en torno al mismo y podemos apreciar una perspectiva del mismo (vigilados por varias cámaras de seguridad) desde la calle Hrbitova.

LLegamos, tras pasear por diversas calles del barrio hasta la Plaza de la Ciudad Vieja, y disfrutamos a la luz del día de sus edificios y monumentos .
Seguimos hacia la Sinagoga Española y el Río, para regresar por el patio de Týn-Ungelt , patio fortificado del Siglo XI, situado detrás del Templo de la Madre de Dios de Tyn .
Contemplamos de nuevo la salida de los 12 apóstoles al dar la hora en el reloj astronómico y seguimos paseando.
Cansados paramos a tomar una cerveza en un bar, tras lo cual hacemos unas compras de bebidas: absenta, Vajecný, Vodka con cannabis y Becherovka.


reloj astronomico en la plaza de la Ciudad Vieja

Dejamos las cosas en el apartamento y marchamos hacia la Ciudad Nueva. El almuerzo lo hacemos en el tranquilo Restaurante Olik, enfrente de la isla de Zofín, cerca del curioso edificio de Fred y Ginger.
Paseamos hasta la plaza Karlovo, donde está el Ayuntamiento de la Ciudad Nueva, dirigiéndonos después hasta el Museo Nacional. Desde allí recorremos la amplia plaza de Venceslao, zona hotelera (precioso el Hotel Europa) y de negocios.
Curioseamos un poco por los puestos de artesanía de la calle Havelská y nos retiramos a preparar las maletas. La cena (deliciosa) la hacemos a base de caza en la cerveceria Krusovickà.

A las 8 de la mañana devolvemos las llaves y cogemos el metro hasta Dejvická y desde allí en el bus 109 (todas las calles y campos están blancos de escarcha e hielo) hasta el aeropuerto de Ruzyné, desde donde puntualmente regresamos a Madrid .


fachada en la Ciudad Nueva

mapa praga